Dos agentes son acusados de homicidio

SANTA ANA.- La fiscalía acusó ayer a dos agentes de policía de homicidio involuntario en la muerte de un hombre desarmado, enfermo mental y desamparado. Esta persona fue golpeada, sufrió una descarga de una pistola Taser y fue atacada con la culata de dicha arma paralizante en una golpiza que duró aproximadamente 10 minutos.

El agente Manuel Ramos, de Fullerton, se le impuso un cargo de homicidio en segundo grado y otro de homicidio involuntario en la muerte de Kelly Thomas, de 37 años, después de una violenta confrontación con los agentes el 5 de julio, señaló ayer Tony Rackauckas, Procurador de Distrito del Condado de Orange, en una conferencia de prensa.

Al cabo Jay Cicinelli se le imputó un cargo de homicidio involuntario y otro de fuerza excesiva.

La revisión de las pruebas, incluyendo un audio de los micrófonos corporales de los agentes y un video de seguridad, mostraron que Thomas actuaba “en defensa propia, como consecuencia del dolor y el estado de pánico”, dijo Rackauckas.

“Sus numerosas súplicas de “Lo siento”, “No puedo respirar”, “Ayúdame papá” [fueron] todas en vano. Los fuertes gritos no ayudaron, según los fiscales.

Lorie Fridell, profesor asociado de criminología en la Universidad del Sur de Florida, dijo que es inusitado que un agente de policía sea acusado de homicidio.

“En esos casos es muy apropiado que los agentes rindan cuentas”, indicó Fridell. “Sin embargo, con frecuencia los fiscales le dan a los agentes el beneficio de la duda”.

Cicinelli se declaró no culpable durante su primera comparecencia ante la corte. Pagó una fianza de 25,000 dólares y deberá presentarse nuevamente en noviembre.

Ramos no presentó declaración y se encuentra detenido con una fianza de un millón de dólares. La lectura de los cargos fue programada para el lunes.

Según las grabaciones de video y audio, Rackauckas dijo que Thomas parecía tener una discapacidad cognitiva cuando los agentes se le aproximaron. Se encontraba con el torso desnudo y usaba solo una mochila cuando Ramos se colocó unos guantes de látex antes de ordenarle que colocara sus manos en las rodillas.

“Cerró los dos puños con los guantes puestos, los dos puños. Los levantó frente a Kelly Thomas para que pudiera verlos y luego dijo: “¿Ahora ves mis puños? Se están preparando para …”, dijo Rackauckas. “Allí es cuando pasó de ser una simple investigación de rutina, una simple detención de rutina, a una golpiza inminente por un agente de policía enfurecido”.

Supuestamente Ramos agitó su garrote sobre Thomas pero no está claro si lo golpeó. El fiscal dijo que Ramos luego persiguió a Thomas hasta que finalmente lo golpeó en sus costillas y lo atacó antes de tomarlo por el cuello y colocarse sobre él para inmovilizarlo.

El forense determinó que la causa de muerte fue la compresión mecánica del tórax que hizo que Thomas no pudiera respirar de forma normal y privó al cerebro de oxígeno, dijo Rackauckas. Otras lesiones en el rostro y en la cabeza contribuyeron a la muerte, indicó el fiscal.

Cicinelli, que llegó a la escena más tarde, pateó a Thomas dos veces en la cabeza y utilizó una pistola Taser cuatro veces mientras gritaba de dolor, dijo Rackauckas, y agregó que Cicinelli golpeó ocho veces a Thomas en la cara con la Taser y que Thomas no respondió.

“El hecho de que Kelly no gritara en respuesta a estos golpes debería haberle indicado a Cicinelli que Kelly se encontraba gravemente herido”, señaló.

Rackauckas, un experimentado fiscal conocido por su fuerte aplicación de la ley, dijo que esta fue la primera vez que presentó cargos contra agentes de policía por fuerza excesiva que condujo a la muerte.

“Los agentes de policía tienen derecho a utilizar una fuerza razonable en el desempeño de una tarea legal, pero los ciudadanos tienen derecho a la defensa propia, incluso ante la policía”, dijo.

Ron Thomas, el padre de Kelly Thomas, celebraba mientras miraba la conferencia de prensa de los fiscales en televisión junto a un grupo de defensores. Luego dijo que se encontraba complacido con los cargos.

“Eso es exactamente lo que esperaba”, dijo en una entrevista telefónica. “Me hace sentir fantástico que esto esté sucediendo, es la justicia que necesitamos”.

De todas formas, dijo que sufre a diario como resultado de la muerte de su hijo.

El abogado de Ramos, John Barnett, señaló que los cargos no tienen fundamento y rechazó la versión de los hechos de Rackauckas.

Thomas se resistió violentamente a ser arrestado mediante balanceos y patadas a los agentes, dijo, y agregó que había visto el mismo video que citó el fiscal.

Como respuesta a los alegatos de que Ramos se colocó los guantes de látex y le dijo a Thomas que iba a golpearlo, Barnett caracterizó el intento de acatamiento de su cliente como “el menor tipo de fuerza”.

“Fue un intento del agente de utilizar palabras y no fuerza para que el sospechoso hiciera lo que se supone que debe hacer”, señaló Barnett. “Buscó evitar la confrontación física con palabras. El Sr. Thomas no obedeció”.

Bill Hadden, el abogado que representa a Cicinelli, no contestó de inmediato la llamada realizada para obtener comentarios. Una llamada que se realizó a la casa de Ramos no fue respondida.

Seis agentes fueron puestos en licencia administrativa pagada después del incidente que ocurrió mientras que la policía investigaba una denuncia de robos de vehículos en un centro de distribución de tránsito. Los otros agentes no recibieron cargos ayer y se espera que no sean acusados.

Thomas sufrió lesiones graves en la cabeza y en el cuello, y fue desconectado de los equipos que lo mantenían con vida cinco días después del incidente.

Thomas sufría de esquizofrenia y vivía en las calles, aunque recibía apoyo de su familia y amigos.

La policía dijo que Thomas salió corriendo cuando los agentes intentaron registrar su bolso y luego tuvo lugar una pelea cuando intentaron arrestarlo para la investigación de posesión de bienes robados.

El video grabado en el celular de un transeúnte a cierta distancia mostró partes de la sangrienta confrontación en donde se puede oír a Thomas gritar por su padre.

El video de vigilancia de un autobús mostró a varios pasajeros alterados que le decían al conductor que los agentes habían golpeado y usado en reiteradas ocasiones un arma paralizante durante el arresto.

Después del incidente, el jefe de policía se fue de licencia médica y el asediado Concejo Municipal contrató a un experto en el cumplimiento de la ley para investigar las prácticas del Departamento de Policía.

Miembros de la comunidad se manifestaron y comenzaron un esfuerzo por destituir al alcalde y a dos miembros del Concejo Municipal a causa del incidente.

Ron Thomas presentó una demanda por daños a la ciudad.

Anteriormente había divulgado los registros médicos de su hijo que indicaban que Thomas sufrió fracturas de huesos en su rostro, se tragó su propia sangre y fue golpeado de forma repetida con dos pistolas paralizantes.

Las publicaciones de prensa indican que Cicinelli dejó el Departamento de Policía de Los Ángeles después de perder un ojo en 1996 mientras trabajaba como agente de prueba.

Cicinelli, que tenía 25 años en ese momento, recibió un disparo en un tiroteo durante una detención de tráfico tres semanas después de graduarse de la Academia de Policía, según un artículo de 1997 de Los Angeles Times.

Si se lo declara culpable de todos los cargos, Ramos podría enfrentar una condena de 15 años a cadena perpetua. Cicinelli podría enfrentar una condena máxima de cuatro años si es encontrado culpable.