El querendón de Iberoamérica es el papel

El 93 % de los libros publicados utilizan el formato tradicional

MÉXICO, D.F. (EFE).- Un 93 % de los libros que se publican en Iberoamérica son aún en papel, y el 7 % restante se lo reparten las ediciones electrónicas y los audiolibros, afirmó ayer el colombiano Fernando Zapata, director del Centro Regional para el Fomento del Libro para América Latina y el Caribe (Cerlalc).

En la inauguración del I Simposio Internacional del Libro Electrónico, que hasta el 21 de septiembre reúne a unos 40 expertos de 11 países en Ciudad de México, Zapata consideró que la región está entrando “en un proceso de madurez” en cuanto a la implantación del libro electrónico, que debe suceder “desde lo público”, pero “en connivencia con el sector privado”.

Ante casi 300 participantes en el simposio, Zapata sostuvo que “lo peor que le podría pasar a esta región es adelantar las cosas, dar un paso que no esté en sintonía con el entorno” ni “con la realidad técnica y cultural”.

Para el experto del Cerlalc, que aglutina a 19 países de la región, así como a España y Portugal, una mayor presencia de estos formatos pasa por varios aspectos, entre los que destacó la protección del derecho de autor, la introducción de la banda ancha de un modo más amplio y la reducción del coste de la conexión.

Además, dijo, es necesario que se genere “una cultura de acceso a nuevos contenidos o a los contenidos de siempre a través de estos desarrollos tecnológicos” incipientes como las tabletas o las terminales específicas para leer libros en formato digital.

En el mismo acto el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), Victórico Albores, recordó que el libro electrónico había entrado “en todo el mundo, pero a ritmos diferentes”.

“Esto exige a la industria editorial mexicana a cambiar las tradicionales prácticas de difusión y comercialización del libro impreso y nos obliga a replantearnos nuestros sistemas de difusión y comercialización con el fin de encontrar nuevos modelos de negocio que aseguren nuestra permanencia en el mercado”, advirtió.

También llamó la atención sobre la necesidad de que los distintos países adecúen sus legislaciones para una mejor protección “de los derechos de autor” y que los creadores se organicen para cobrar regalías por sus trabajos.

“El entorno digital en la industria editorial incrementa la necesidad de que en todos los países se constituyan sociedades de gestión colectiva para supervisar la utilización de obras digitalizadas cuyos derechos de autor, de editor, se encuentren legalmente protegidos con el fin de cobrar las remuneraciones correspondientes”, añadió.

Finalmente, la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar, celebró la realización del simposio en torno al libro, que consideró “un objeto de veneración colectiva y sujeto de inquietudes recientes”.

Recordó que los asuntos que se abordarán en el foro serán muy pertinentes y necesarios para entender hacia dónde va el sector editorial.

Desde ayer y hasta mañanalos expertos analizarán “El libro en la sociedad del conocimiento”, “La edición electrónica en México”, “Viejas y nuevas formas de lectura”, “Ciberliteratura” y “El proceso editorial del libro electrónico”.

Además, tratarán sobre “Los derechos de autor en la era digital”, “La biblioteca digital”, “La librería virtual” y “Una visión del libro para los próximos años”.

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