‘Euforia’ múltiple

Miles gozaron el concierto de Enrique Iglesias y sus invitados en el Staples Center

Una lluvia de gritos y estrellas, no todas esperadas, llenaron el Staples Center la noche del jueves, lo que causó euforia.

El Euphoria Tour de Enrique Iglesias, en el que estuvo acompañado de Pitbull y Prince Royce, fue una gran fiesta para el público, en su mayoría latinas bilingües, que gozó cada minuto del show.

Alrededor de las 9:30 p.m., Enrique apareció en el escenario tras la caída de una gran cortina blanca en la que se reflejaban la palabra “Party”.

Con gorra negra, camiseta gris con otra blanca debajo y jeans, y entre un juego de luces de neón verde, inició su show con Tonight (I’m Loving You) seguido por otras canciones como Dirty Dancer.

“¿Cuánta gente habla español?”, preguntó provocando una ola de gritos y aplausos.

Mientras cantaba No me digas que no, subió el dúo reggaetonero de Wisín y Yandel y las fanáticas irrumpieron en gritos.

En el centro del recinto, la novia de Iglesias, Anna Kournikova, bailaba al igual que las miles de admiradoras lo hacían desde sus asientos.

El cantante compartió que cuando iniciaba su carrera, en 1995, no sabía que existían tantas personas que escucharan música en español, y dedicó Cuando me enamoro a “mis hispanoparlantes”, y Lloro por ti a “los hombres que les gustan las latinas”.

También bromeó con los presentes al poner en su cintura gorras y prendas íntimas y luego aventarlas de nuevo al público; también se tomó fotos con teléfonos ajenos y subió a un fanático anglosajón a la tarima. Es esta interacción, más que su calidad vocal, por lo que es conocido el hijo del también intérprete Julio Iglesias.

Pero el momento que más frenesí ocasionó fue cuando Enrique Iglesias reapareció en una tarima en el centro del recinto. Allí cantó y bailó Heroe con una fanática emocionada, a la que besó en los labios; ella le acarició el cuerpo al cantante español.

Durante su presentación, Pitbull lució elegante con un traje y camisa negra y sus inseparables gafas oscuras.

El cantante cubano hasta logró que más de una se olvidara de que esta no era su gira. En todo momento el público bailó y coreó sus canciones pegajosas, como Shut It Down y I Know You Want Me.

“Gracias, Los Ángeles, por ser mi mercado número uno en Estados Unidos”, dijo contento en inglés.

Entre gritos de sorpresa, el cantante Marc Anthony subió al escenario para cantar con el rapero Rain Over Me.

Mr. 305, como también llaman a Pitbull, movió las caderas y de manera sexy mostrando su picardía para la satisfacción de sus seguidoras, que gritaban sin parar.

Para interpretar Suave (Kiss Me) cantó con Nayer. Aunque ella no cantó en vivo, bailó y lució un gran cuerpo en un sexy y ajustado traje con una pierna y un brazo descubierto. “Eso es lo que se llama los latinos unidos, ayudándose”, dijo tras la salida de la poco conocida cantante.

La fiesta siguió con On the Floor, Falling in Love Again y Give me Everything, que grabó con Jennifer López, Usher y Ne-Yo, respectivamente.

También dedicó canciones a “todas las mujeres que están aquí, riquísimas, buenísimas”.

“Sin los fans no hubiera Pitbull. Gracias por el apoyo. Latinos pa’ delante, pa’ rriba y al que no le guste que se vaya al carajo”, dijo.

Su actuación de 40 minutos fue la más animada de la noche, tiempo en el que demostró tener mucha energía y entusiasmo al no parar de bailar, cantar y hablar.

El romanticismo fue la aportación de Prince Royce, quien inició el concierto cuando todavía no se llenaba el recinto.

El más novato del trío cantó sus éxitos como Stand by Me, Anoche soñé contigo y Corazón sin cara.

La única presentación de estos tres cantantes masculinos terminó alrededor de las 11:00 p.m cuando Enrique cantó junto a Pitbull Baby I Like It.

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