Exempleados protestarán contra hotel
Planean movilizar 500 sindicalistas de distintas partes de la ciudad
El Sindicato de Hoteles y Restaurantes (UNITE-HERE) anunció ayer un boicot contra el Hotel Bel-Air en protesta porque el establecimiento no volvió a contratar a cerca de 240 empleados que dejó cesantes hace dos años cuando decidió emprender un remozamiento total.
La empresa reabrirá sus puertas el viernes con una plantilla casi enteramente nueva, una decisión que virtualmente deja sin sindicato que represente a recamareras, cantineros y camareros. El antiguo personal afirmó ayer en una conferencia de prensa que de un total de 100 de ellos que presentaron solicitudes para ser recontratados, sólo 15 recuperaron el puesto que tenían en 2009.
Anunciaron que el día de la reapertura planean movilizar a 500 sindicalistas de distintas partes de la ciudad para un acto de protesta frente al hotel, a la que se sumarán clérigos y miembros del movimiento Occupy LA, que acampan en los terrenos de la Alcaldía de Los Ángeles.
Ese día, el sindicato fletará autobuses que partirán de la Alcaldía hacia el barrio de Bel-Air, donde se alza el hotel.
“Dicen que quieren gente calificada. Yo con 20 años de experiencia considero que lo estoy”, dijo ayer Irma Zavala, que trabajaba en el área de uniformes y lavandería, y que se quedó desempleada cuando empezaron las obras de renovación del hotel. Dorchester, la compañía que administra el hotel en nombre de su propietario, el sultán de Brunei, no la recontrató. “La compañía no nos dio tiempo para prepararnos económicamente”, dijo.
El sindicato alega que otros hoteles que también han remozado sus instalaciones como el Wilshire Grand, el Beverly Hilton y otros, no pusieron reparos a la contratación de su antiguo personal una vez que reabrieron sus puertas.
El hotel explicó en un comunicado, que si sus nuevos empleados quieren un sindicato, tendrán que votar en una elección. Agregó que en 2009 la empresa pagó 4.5 millones de dólares en indemnizaciones dos y media semanas de pago por cada año trabajado-, que el 84% de la plantilla tomó.
“Esto es mucho más de lo que cualquier hotel haya pagado [en indemnizaciones] en la historia de California”, señala el comunicado.
El nuevo Hotel Bel-Air piensa reabrir con nuevas instalaciones y servicios, que incluyen una nueva línea culinaria a cargo de Wolfgang Puck, y un spa construido por La Prarie. Esto contribuirá a que el establecimiento obtenga una calificación de cinco estrellas.
Martín Tabares, fue liquidado hace dos años después de trabajar cinco años como asistente del jefe de banquetes del Bel-Air. Poco después de presentar una solicitud para volver a su puesto, recibió días después por correo una postal de la empresa en la que se le explicaba que esta andaba en busca de otros candidatos mejor calificados para ocupar aquel.
“Me sentí insultado y lastimado” dijo.