Las víctimas protestan
Tal y como supuse, la rebelión de la clase media llamada, “Ocupar Wall Street”, ha ido creciendo.
Aunque “Ocupar Wall Street” es su lema, no tratan de ocupar físicamente la Bolsa de Valores, sino protestar contra el poder de la industria del dinero un tanto ofensivo porque lo usan en momentos de crisis que afecta a millones de personas en los Estados Unidos.
Y, como sucede con este tipo de fenómenos sociales, las protestas crecen sin poderse predecir a donde van a llegar.
Esta semana hubo importantes manifestaciones de protesta, además de las que continúan aquí, en Alemania, Francia, Inglaterra y España y menores en otros países alrededor del globo.
El malestar es causado por la creciente diferencia entre los que tienen “cada vez mas”, lo usan, lucen y exhiben y los que tienen “cada vez menos”, que son mas “cada vez”, con “cada vez” menos esperanzas de mejoría.
No es un juego de palabras, es una realidad que puede conducir a conflictos sociales de los que las actuales protestas pudieran ser el inicio.
Los bancos son solo las cabezas visibles de esa industria de capitales ociosos que no producen nada pero que, usados políticamente, les dan poder que les permite multiplicarlos.
La riqueza no creada por el trabajo sino por capitales especulativos no es beneficiosa y solo agudiza las diferencias.
Y cuando se protege a ese capital a costas del nivel de vida de la población, la situación que se crea puede llevarnos a movimientos de protesta como el que estamos viendo nacer y crecer en todo el mundo.
Leo la prensa europea todos los días en el Internet. La alemana me sorprendió reportando el “slogan” de protesta de los cientos que se han lanzado a sus calles: “Los inconformes somos el 99%”. Se refieren a las victimas del sistema financiero que dicen: “( ) ha llevado a millones de gentes a la pobreza.”
Y los representantes visibles de ese capitalismo desbocado son los bancos. Por esa razón, y por ahora, son el blanco de las protestas de esta rebelión de la devualada clase media contra los industriales del dinero.
Nada tienen que ver esas protestas con “socialismo” como los acusa Salvador Baca de San Diego en un mensaje que me envió.
La izquierda existe, pero el socialismo como gobierno, está desacreditado en nuestro continente y, con nuestros excesos y ceguera política, actualmente estamos desacreditando al capitalismo también.
La prensa de Madrid reporta inconformidades y allá, como aquí, los bancos son solo la cabeza visible de una reprobable situación: El uso del poder del dinero para lograr el poder político.
Igual que aquí
Y a todo esto, veamos lo que dicen los pre-candidatos republicanos de las protestas: ¡Nada que los comprometa!
Lo más importante, en lo que informan, es el dinero que cada uno ha reunido para su campaña. Así, el que tiene más, está más orgulloso y tranquilo. No discuten a fondo sus ideas, ni sus programas. Su preocupación son los recursos que provienen, en gran parte, de los “industriales del dinero” que con sus aportaciones compran su parte del poder y protegen sus intereses.
Creo que, aunque pretendan ignorarlo, a los republicanos les deberían preocupar los radicales de su “partido del Té” y seriamente los que protestan contra Wall Street, porque ambos van a restarles votos el año entrante.
En varios países los bancos fueron salvados con recursos de los impuestos, pero una vez recuperados han vuelto a su política restrictiva de créditos a la chica y mediana empresa, a los altos sueldos y a las enormes gratificaciones a sus directivos.
Los bancos deben suponer que si vuelven a estar en riesgo de bancarrota serán rescatados un vez más con dinero de los impuestos, a costas de los servicios que el gobierno debería proveer a los necesitados.
Entre estos están los que ahorraron por años para poder mandar a sus hijos a la universidad y se encuentran ahora con un aumento en el costo de la educación que se los impide y muchos jóvenes se quedan sin carrera.
Además están perdiendo sus casas. Los préstamos hipotecarios les fueron concedidos a la ligera, con la idea de vender esas hipotecas haciendo paquetes de bonos sin respaldo real. El fraude resultante no fue culpa de los que recibieron los préstamos sino de las instituciones financieras que hicieron esas combinaciones sabiendo que carecían de valor.
Como quiera que haya sido, el resultado es que cientos de miles de personas de la clase media y baja, se han quedado sin hogares.
Este proceder fraudulento es resultado de la eliminación de las reglamentaciones bancarias que ahora nos lamentamos no tener, ya que algunos manipuladores financieros lo han aprovechado para lograr grandes beneficios y sus víctimas se han lanzado a protestar.
La afirmación de algunos republicanos de que el gobierno es el responsable de este desbalance financiero no tiene base alguna, pero es tendenciosa porque no mencionan a que gobierno se refieren.
Según recuerdo, la mayor parte de esas hipotecas sin respaldo y la piramidación fueron hechos por los bancos durante el régimen del presidente “W” y un congreso republicano.
Yo espero que la protesta civil “Ocupar Wall Street” nos obligue a buscar caminos para resucitar a esa clase media que es la espina dorsal de nuestra sociedad.
Y ojalá que las protestas actuales no lleguen a la violencia.