Obama insiste en impuestos a adinerados

Republicanos en el Congreso califican la propuesta de inaceptable, lo que da pie a otra lucha

WASHINGTON, D.C.- El presidente Barack Obama presentó ayer, su plan para reducir el déficit fiscal en más de 4 billones de dólares en la próxima década, lo que incluye aumentos en los impuestos a los ricos. El mandatario incluso cruzó una delicada línea política, al lanzar una amenaza de veto al trabajo del Congreso.

El plan del presidente, lanzado una semana después que su proyecto para crear trabajos con un costo de 447 mil millones de dólares, se basó en un eje polémico, apodado “Regla Buffett”. Esto se basa en elevar los impuestos del sector más acaudalado, inspirado en una columna de opinión escrita por el millonario Warren Buffett.

“Todo lo que estoy diciendo es que aquellos a quienes les va bien, incluyéndome, deberían pagar una parte justa de impuestos”, dijo Obama.

De acuerdo a la información provista por la Casa Blanca, el año 2017 el gasto actual dejaría de sumarse a la deuda nacional y para 2021 el déficit bajará en un 2.3% del Producto Interno Bruto. En contraste, si no se hiciera nada, subiría un 5.5%.

En detalle, si la propuesta del presidente se concretara, habría 580 mil millones en recortes y reformas a programas obligatorios; 1.1 billones por la reducción de tropas en Afganistán; 1.5 billones en reforma tributaria y 430 mil millones en ahorros por intereses.

A pesar de la especulación inicial, la propuesta no incluye elevar el límite de edad para acceder a los beneficios de Medicare, una de las medidas más cuestionadas por organizaciones hispanas.

En este sentido, el plan se centra, más bien, en generar ahorros a través de la prevención del fraude y mayor supervisión en general.

En su discurso de ayer, Obama fue más lejos y aseguró que no apoyará ningún plan que no tenga un enfoque balanceado. “Vetaré cualquier legislación que cambie los beneficios para aquellos que cuentan con Medicare, pero no eleva de manera seria las ganancias, pidiéndole a los más ricos o a las corporaciones que paguen lo que les corresponde. No vamos a tener un acuerdo de un sólo lado, que hiera a los más vulnerables”, dijo el mandatario.

La propuesta del presidente se sitúa en el lado más liberal de la discusión para reducir el déficit, a 14 meses de las elecciones y mientras el supercomité del Congreso trabaja a puerta cerrada, para recortar 1.5 billones de dólares antes del Día de Acción de Gracias.

Aunque el plan complació a la base demócrata más progresista, tiene pocas probabilidades de concretarse, sin cambios significativos.

Por el lado del Capitolio, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner (R-OH), aseguró que “el presidente no hizo una contribución seria al trabajo del supercomité. La insistencia de la Administración de subir los impuestos a los que generan empleos y su rechazo a tomar los pasos necesarios para fortalecer los programas obligatorios son las razones por las que el presidente y yo no llegamos a un acuerdo previamente”.

“Las amenazas de veto, un aumento en impuestos masivo, ahorros fantasmas y evasiones en reformas a programas obligatorios, no son una receta para el crecimiento económico y una reducción significativa del déficit”, dijo el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell (R-KY).

Al otro lado del pasillo, las expectativas parecen centradas en la presión que pueda ejercer la opinión pública. “Obviamente si se pone esto para un voto hoy no pasará, pero veamos en un mes. El tema no ha sido llevado a los oídos de los estadounidenses en todo el país”, dijo el senador Charles Schumer (D-NY).

Por ahora, cuatro senadores republicanos pedirán hoy, que el supercomité incluya en su propuesta final, que el presidente tenga una autoridad de veto limitada, con la posibilidad de ser anulada por una mayoría de dos tercios en cada asamblea legislativa. Una medida poco realista, pero que demuestra la molestia generada por el plan de Obama y la manera en que fue expuesto.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain