Pregunta: ¿dónde están los boletos?
Surge polémica por tribunas vacías en varios escenarios mientras la reventa 'hace su agosto
GUADALAJARA, México (EFE).- Los Juegos Panamericanos de Guadalajara se vieron ayer envueltos en la polémica por las tribunas vacías que muestran los estadios, al tiempo que las versiones oficiales insisten en que todo está vendido y crece la actividad de revendedores.
¿Dónde están los boletos? Nadie puede dar una respuesta convincente. La realidad es que los aficionados se quedan afuera de las sedes deportivas esperando conseguir un lugar de último minuto, en tanto que se evidencian los huecos en las gradas.
Unos días antes del inicio de los juegos, el Comité Organizador (Copag) presumía de haber vendido en cinco meses más de 500 mil entradas, y de que estaban agotadas para todas las sesiones de natación, clavados, gimnasia, pentatlón y las finales de los deportes de conjunto.
Pero las tribunas semivacías fueron recurrentes en los primeros días de competencia e incluso en la ceremonia inaugural, lo que irritó a los aficionados que no encontraron entrada y suscitó la preocupación del Copag.
Su director, Carlos Andrade, afirmó a medios locales que los huecos se debían a que los patrocinadores no estaban aprovechando las entradas de cortesía otorgadas.
Andrade anticipó que, como solución, se recuperarían esos lugares para permitir la entrada al público a algunas sesiones de natación y gimnasia, las disciplinas más demandadas.
Sin embargo, muchos estadios aún no aparecen llenos. Miles de personas se arremolinan todos los días en las taquillas en busca de entradas, mientras en las calles cercanas a los complejos deportivos, la reventa, una práctica común en México, quieren hacer negocio con entradas a triple precio del oficial.
A pesar de la vigilancia de las autoridades locales, en el exterior del complejo de gimnasia los especuladores pedían hasta 1.200 pesos (92 dólares) por un boleto para las finales de rítmica que en taquilla costaba 450 pesos (34 dólares).
En el estadio panamericano Omnilife, un asiento en la ceremonia de inauguración de 2.200 pesos (169 dólares) podía ser comprado a 11 mil pesos (846 dólares).
La polémica se agudizó cuando varios medios publicaron que el presidente de la Federación Mexicana de Taekwondo, Juan Manuel López, fue acusado por familiares de atletas de venderles las entradas de cortesía que fueron asignadas a su organismo hasta un 25 por ciento más de su precio normal. López negó categóricamente haber revendido boletos.