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Sigue controversia de enseñanza bilingüe

Los educadores no pueden ponerse de acuerdo sobre la mejor forma de enseñar inglés a los estudiantes que no son hablantes nativos y los estudios se contradicen

PRIMERA PARTE

BALDWIN PARK – El fin del día escolar en la clase de kindergarten de Patty Sánchez en la Escuela Primaria Geddes, no es tan diferente al de otras clases de kindergarten de todo el estado. Los niños se reunen en una alfombra mientras Sánchez sostiene un libro sobre un coyote y una tortuga y lee en voz alta.

Lo que es diferente es que Sánchez está leyendo en español.

Casi todos los niños de la clase son hispanos, y muchos son estudiantes de idioma inglés. Se espera que los pocos que son nuevos en el español sigan el cuento también y respondan en español las preguntas de Sánchez.

En la mitad del cuento, le pregunta a un niño pequeño, un hablante nativo de inglés, “¿Por qué está llorando la tortuga?” y hace callar a los niños que se sientan cerca que intentan susurrarle pistas.

Cuando al niño se le hace difícil responder, la maestra le da un recordatorio: Is the turtle triste – sad – o feliz – happy?

Finalmente lo logra. “¡Triste!” dice.

La escena resalta un debate continuo en California: más de una década después de que los votantes aprobaran una iniciativa para limitar la educación bilingüe en las escuelas públicas, el estado está utilizando una mezcolanza de programas. Mientras tanto, los críticos compiten y los jóvenes estudiantes pagan el precio.

Los educadores no pueden ponerse de acuerdo sobre la mejor forma de enseñar inglés a los estudiantes que no son hablantes nativos. El éxito es anecdótico. Los estudios parecen contradecirse. Mientras tanto, el porcentaje de estudiantes de inglés de California que alcanzan el nivel de competencia en inglés de cuarto grado cayó según una prueba nacional.

El programa bilingüe de Geddes, donde los niños aprenden en español durante el 90% del día hasta tercer grado, es algo relativamente poco frecuente en California en estos días. Desde 1998, cuando los votantes aprobaron la propuesta 227 y se limitó el uso de la educación bilingüe, la cantidad de estudiantes de idioma inglés que aprenden en su idioma materno descendió a la mitad.

Al mismo tiempo, la cantidad de estudiantes de inglés aumentó a unos 1.5 millones, casi una cuarta parte de la población estudiantil de California. Casi 85% de ellos habla español.

Quienes plantearon la propuesta 227 afirman que los programas de inmersión en inglés son esenciales para que los estudiantes aprendan el idioma tan pronto como sea posible y destacan una mejora del desempeño académico de los estudiantes de inglés en las pruebas estatales una vez que se aprobó la ley. Casi un tercio de los estudiantes de inglés obtuvo resultados a un nivel de competencia o superior en las pruebas estatales de cuarto grado del año pasado, más del doble del porcentaje de estudiantes con un nivel de competencia en 2003.

“Todos los partidarios de la educación bilingüe dijeron que sería un desastre total cuando se aprobara”, indicó Ron Unz, que lideró la movilización por la Propuesta 227. “Después de que se aprobó la iniciativa, hubo mucha resistencia. Pero en un par de años las pruebas salieron a la luz. Todos cambiaron de opinión”.

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