Sigue huelga de hambre en las prisiones

A dos semanas, el movimiento languidece con una baja de presos

SACRAMENTO.- La huelga de hambre en las prisiones estatales en demanda porque acabe el castigo de los presos pandilleros en celdas de aislamiento del resto de la población cumplió dos semanas, pero el movimiento parece languidecer ya que el número de reos sin comer comienza a disminuir.

“Ahorita tenemos 1,244 presos en huelga de hambre en cuatro prisiones: Calipatria, Corcoran, Pelican Bay y Salinas Valley”, precisó Luis Patiño, portavoz del Departamento de Prisiones (CDCR).

El Departamento de Prisiones reportó el jueves 29 de septiembre, a cuatro día de iniciada la huelga, que había 4,252 presos sin probar alimento en ocho de las 33 prisiones estatales; hoy sólo quedan 1,244.

Nancy Kincaid, portavoz del interventor federal encargado de la salud de las prisiones estatales dijo que de momento no hay ningún reporte que indique que algunos de los presos en ayuno se encuentre mal de salud.

Esta es la segunda huelga de hambre que realizan en menos de dos meses los reclusos de las prisiones estatales. La primera duró casi un mes en julio pasado.

“Esta vez, las autoridades de las prisiones están actuando de manera diferente usando tácticas muy agresivas y de intimidación contra los huelguistas como levantarles reportes y prohibiendo las visitas de sus representantes legales y familiares”, dijo Jay Donahue, portavoz de la Coalición en Solidaridad con los Presos en Huelga de Hambre.

Añadió que a dos de los abogados del equipo de mediación se les prohibió el acceso a las instalaciones presidiarias por amenazas a la seguridad.

A pesar de las amenazas, Donahue afirmó que los presos están muy comprometidos a continuar con la huelga de hambre con tal de ganar en sus demandas como son poner fin al confinamiento en celdas en solitario, y a la política de sólo dejarlos salir del aislamiento a cambio de denunciar a otros presos involucrados con las pandillas.

Familiares de los presos en huelga de hambre reportaron que el fin de semana, que son los días de visita, el Departamento de Prisiones les negó el permiso para visitar a los reos por razones de seguridad.

“Me sentí muy molesta cuando el oficial Acosta me dijo que no podía ir a visitar a mis hijos mientras estuvieran en huelga de hambre. !Eso es un castigo!, señaló Irma Hedlin, quien reside en Hayward en el este de la Bahía de San Francisco y tiene dos hijos en la Prisión Estatal de Pelican Bay, donde inició la huelga en julio pasado.

Los dos hijos de Hedlin, de 32 y 35 años están presos en Pelican Bay desde hace dos años y medio y han participado en las dos huelgas de hambre que se han realizado en protesta contra las celdas de confinamiento en solitario en las que se encuentran prácticamente desde que cayeron en dicha prisión.

“Yo estoy apoyando la huelga de hambre porque es injusto que los mantengan aislados siempre sin contacto con nadie”, observó la madre.

La semana pasada, el secretario del Departamento de Prisiones, Matthew Cate dijo que levantarían reportes a todos los presos que participan en la huelga de hambre.

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