Sube tarifa de alcantarillado

Los residentes de Los Ángeles pagarán un 77% más en cuotas por alcantarillado dentro de 10 años,decidió ayer el Concejo Municipal. En una década, las tarifas por dicho servicio habrán subido de 30 a 53 dólares.

Las tarifas subirán alrededor de 4.5% cada año durante los próximos tres años y 6.5% cada año de 2014 a 2021.

Los concejales aprobaron de manera unánime el cambio de cuotas justificando la necesidad de invertir en mantenimiento, reparación y reemplazo de las 6,700 millas de cañería que, por su avanzada edad, están a punto del colapso. Ayer se advirtió que un mal manejo de las aguas residuales podría enfermar a los residentes, afectar al ambiente y costar millones de dólares en litigios y medidas correctivas.

Pero es tan grande la urgencia de atender el envejecimiento de la cañería municipal, resultado de la escasa inversión en las últimas décadas, que algunos ediles insinuaron que el Ayuntamiento impondría tarifas aún más elevadas, en caso de no obtener suficientes fondos federales.

“Tendremos más pipas viejas aún cuando dupliquemos la cuota”, dijo el concejal Richard Alarcón. “Esto no es suficiente, tenemos que hacer mucho más”, insistió el representante del Valle de San Fernando.

La Oficina de Saneamiento, encargada de la red de alcantarillado, subrayó que a pesar de los cambios aprobados ayer Los Ángeles seguirá cobrando menos que otros municipios. “Estamos en el fondo entre las ciudades de California”, mencionó su titular Enrique Zaldívar, quien precisó que la cuota mensual promedio en San Diego es de 40 dólares, en Santa Mónica es de 48 dólares y en San Francisco es de 85 dólares. Aquí se pagan unos 30 dólares.

Debido a la vetusta infraestructura, el Ayuntamiento de Los Ángeles gasta alrededor de 40 millones de dólares cada año en reparaciones de emergencia en tuberías. Se estima que unas 2,100 millas de éstas tienen más de 80 años, el período máximo de vida.

“Nunca es buen tiempo para subir cuotas, pero tampoco jamás es buen tiempo para arreglar un problema en una situación de emergencia”, declaró el concejal Tony Cárdenas, del Distrito 7. “Es nuestra responsabilidad”, resaltó.

Enfocada en el tratamiento de aguas residuales, pero también en la generación de empleos, la iniciativa recibió el apoyo de sindicatos, empresarios, residentes, entidades dedicadas a la protección del medio ambiente y grupos ecologistas.

“Esto es lo mejor que podemos hacer para proteger la salud pública y el ambiente”, señaló Mark Gold, presidente de Heal the Bay.

En las casi 70 reuniones comunitarias que realizó la Oficina de Saneamiento, dependiente del Departamento de Obras Públicas (DPW), se escucharon pocas críticas al incremento de cuotas, según directivos de la agencia. El compromiso de ofrecer incentivos a las familias más pobres (31% del total recibe ayuda por parte del municipio) continuará bajo las nuevas tarifas, insistió Zaldívar.

El presidente del Concejo Eric Garcetti, promotor de la reforma en el Departamento de Agua y Energía (DWP) después de que ocultó sus finanzas y elevó cuotas injustificadamente, le dio un voto de confianza a la Oficina de Saneamiento. “Creo en este departamento”, expresó el edil. “Hagamos esta inversión para ahorrar dinero a largo plazo y seguir ofreciendo agua limpia”.

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