Un Centro Cívico demasiado ocupado

El intranquilo Centro Cívico de Los Ángeles despertó ayer con más ruido del habitual. A la aglomeración de reporteros y fanáticos que desde hace dos semanas siguen el caso por la muerte de Michael Jackson se sumaron los jóvenes “anti-Wall Street” que acampan en los jardines del Ayuntamiento y el rodaje de una película de la Warner Bros.

El caos, en particular, se dejó ver por la mañana, cuando el tráfico cotidiano se unió a la manifestación que los opositores del rumbo económico del país realizaron en el tribunal donde se desarrolla el juicio contra el doctor Conrad Murray, acusado de suministrar los poderosos fármacos que mataron al “Rey del pop”. Lo hicieron para tratar de acaparar la atención de la prensa.

Cotidianamente, el Centro Cívico de esta ciudad es un sitio caótico por la presencia de distintas cortes, el ayuntamiento, las oficinas del condado, el cuartel general de la Policía, la sede local de Migración, oficinas federales, la catedral, museos, las calles de un sentido y la carencia de espacios de estacionamiento.

Pero este lunes el epicentro fue la corte del condado. Ahí, los periodistas se paseaban frente a las cámaras hablando del proceso judicial contra Murray, decenas de protestantes pedían “fin a la apatía estadounidense” ante la crisis, fanáticos y detractores de Michael Jackson sujetaban pancartas desde una acera y automovilistas respondían tocando el claxon.

La prensa que acampa sobre la calle Primera desde hace un par de días y los “anti-Wall Street” que anoche, por tercera ocasión, durmieron en el ayuntamiento, están separados apenas por cuatro carriles. Prácticamente en la misma cuadra.

En cierto momento, afuera del tribunal del condado los carteles de quien dijo ser amiga del doctor de Jackson se confundieron con las frases de “Ya no podemos mantener a los ricos” y “Estamos ocupando Los Ángeles”.

“Es un gran médico, Estados Unidos necesita doctores, especialmente de las minorías; no debemos perderlo”, decía Beatrice Fakhrian, quien mostraba un letrero donde se leía: “Victoria para el doctor Murray”.

Antes del mediodía, periodistas y manifestantes permanecían en sus trincheras. Por su parte, la gente de la Warner Bros, sin prestarles atención, seguían preparando el escenario de filmación dentro del ayuntamiento. “Estamos acostumbrados, aquí siempre hay mucha gente y ruido”, comentó un carpintero de esa empresa de entretenimiento.

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