Vacuna de tos ferina no dura más de 3 años

Estudio de Kaiser podría alterar política pública de inmunización

Hace dos semanas, una menor de 11 años de edad llegó a la sala de emergencias del Hospital White Memorial, en Boyle Heights, con tos severa y hemorragia en los ojos.

Hasta ese momento, los médicos pensaban que la niña tenía un ataque de asma. Pero, un examen confirmó que era tos ferina.

La Dra. Martha Rivera, pediatra con especialidad en enfermedades infecciosas de White Memorial, dijo que a muchos padres se les olvida que los niños necesitan refuerzos y que ellos mismos necesitan recibir la vacuna.

Un nuevo estudio realizado en el Hospital de Kaiser Permanente en San Rafael indica que la vacuna en contra de la tos ferina que se le da a los niños pierde su efectividad a los tres años de ser aplicada.

Este nuevo descubrimiento podría significar un cambio a las políticas de salud pública con relación a los refuerzos de las vacunas. Hasta ahora, las autoridades de salud recomiendan un refuerzo cada tres a cinco años.

En un comunicado oficial, el Departamento de Salud Pública de California expresó que no ha tenido oportunidad de revisar el estudio y que están conscientes de la necesidad de que todas las personas reciban refuerzos de esta vacuna.

“Actualmente, California requiere a todos los estudiantes del séptimo al doceavo grado que muestren pruebas de sus refuerzos antes de entrar a la escuela. Este es un recordatorio para los padres de la importancia de que vacunen a sus hijos”, dice el comunicado.

Según la Dra. Rivera, en la comunidad latina hay muchos abuelos y padres que también necesitan ser vacunados.

“En muchos casos los abuelos o los mismos padres son los que están infectando a los niños. Los adultos en el hogar se enferman y le pasan la tos a todos en la casa… y es una tos muy severa que en realidad dura unos cien días”, subrayó la especialista.

El estudio examinó a 15,000 menores de edad en el Condado de Marin, incluyendo a 132 pequeños que se contagiaron con la enfermedad. El investigador a cargo fue David Witt, quien publicará los resultados de la investigación el próximo lunes, en la Conferencia de la Sociedad Estadounidense de Microbiología, según informó el San Francisco Chronicle.

Las autoridades de salud recomiendan que los niños reciban cinco dosis de la vacuna. Las primeras dosis son recomendadas a los dos, cuatro y seis meses de edad. Posteriormente, entre las edades de cuatro a seis años, y los refuerzos a los 11 ó 12 años.

En el 2010, se registró la peor epidemia de tos ferina en California de los últimos 50 años. Más de 9,100 personas contrajeron la enfermedad y 10 infantes menores de seis meses murieron. La mayoría de los bebés que fallecieron eran de origen latino.

A raíz de esta epidemia, las autoridades de California exigieron que para poder asistir a la escuela, todos los niños entre séptimo y doceavo grado presentaran una constancia reciente de que habían recibido el refuerzo de la vacuna.

Entre los datos más sobresalientes del último estudio están: los niños entre 8 a 12 años han sido el los más afectados por la tos ferina; un 80% de los menores diagnosticados habían sido vacunados; y, entre los niños de 11 y 12 años que habían recibido el refuerzo de la vacuna, el ritmo de contagio bajó significativamente.

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