Wilson Ramos habla sobre su secuestro

El catcher venezolano reconoce que sufre un gran daño psicológico; ya hay seis delincuentes detenidos

VALENCIA, Venezuela (AP).- Aunque fue rescatado a salvo luego de dos días de secuestro, el pelotero venezolano de Grandes Ligas, Wilson Ramos, afirmó ayer que ahora teme más que nunca por sus familiares.

“El estar a un solo paso de la muerte es algo que te cambia la vida, es algo no se puede olvidar”, declaró el catcher de los Nacionales de Washington. “Nunca pensé que pasaría por algo así”.

“Todavía no salgo de mi asombro, el daño psicológico es grande. Es todo muy difícil, tengo una familia que quiero, que amo, y ahora me preocupan más que nunca”, agregó.

El jugador venezolano, uno de los jóvenes pilares de los Nacionales, fue liberado casi 53 horas después que fue secuestrado de la casa de sus familiares en un barrio de clase obrera ubicado en el estado central de Carabobo, Venezuela.

El Aissami dijo que los investigadores estudiaron pasados secuestros en la zona en busca de pistas sobre el paradero de Ramos, de 24 años.

“No me hicieron daño físico, pero psicológicamente fue un daño muy grande el que recibí, fueron muchas palabras que me decían que me quitaban el ánimo de seguir viviendo”, confesó Ramos.

El Aissami explicó que durante el proceso de rescate se produjo “un intercambio de disparos” con los captores, lo que obligó a las autoridades a tomar otras medidas para resguardar la integridad física del jugador.

“En el momento que me consiguieron fue de muchos nervios para mí, muchos disparos, gracias a Dios, los muchachos [los comandos] hicieron un gran trabajo”, indicó Ramos.

Señaló que cuando empezaron los disparos “estaba en la cama y me tiré directamente al piso”. Añadió que “fueron como 15 minutos de disparos hasta que llegaron y me vieron en el cuarto los funcionarios”.

Dijo que los secuestradores habían estado estudiando sus movimientos desde hace algún tiempo.

“Me contaron muchas cosas que sabían de mi vida privada”, indicó. “Sabían bastante de mi. Tenían muy buena información, un informante que les comunicó todo eso”.

“Me metieron en un cuarto con una cama, estuve acostado allí, fue bastante duro para mí, el pensar si iba a salir vivo, pensar de cómo estaba mi familia, mi mamá”, relató.

Dijo que los secuestradores conversaron poco con él y no se cubrieron el rostro.

“Simplemente me decían que colaborara, que iban a pedir mucho real [dinero] por mí”, señaló. “Ellos solo exigían dinero para poder liberarme”.

El Aissami identificó a los detenidos como Alexander Lozada, de 29 años y quien tiene antecedentes por tráfico de droga; Francisco Finamor (29 años), Alexander Josnar Jiménez (21), quien es un desertor del ejército y registra antecedentes por drogas; Anyuli Tarazona (21); además de una mujer y otro hombre que alimentaban al jugador. Todos ellos venezolanos.

El Aissami destacó que un factor que facilitó la investigación fue el hallazgo de una camioneta todo terreno que “fue robada para ser utilizada en el secuestro de Wilson”.

Una vez que los investigadores creyeron haber encontrado el lugar donde estaría Ramos, el presidente Hugo Chávez personalmente autorizó una misión de búsqueda aérea, en tanto equipos comandos se internaron a pie en una intrincada zona montañosa en Carabobo, dijo El Aissami.

“Hablé con Wilson hace rato, está en su casa y en las calles de Valencia hay una fiesta”, dijo Chávez durante un discurso ayer ante cientos de partidarios.

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