Una fecha para recordar
Hace 30 años el contagio del virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) significaba una condena a muerte. Hoy la enfermedad del Sida no es curable, pero sí se puede sobrevivir si se tiene acceso a las medicinas para tratarlo.
Ayer se cumplió un nuevo aniversario del Día Internacional del Sida con la buena noticia que se reduce a nivel mundial el contagio.
La mala nueva es que el Fondo Global para Combatir el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, creado hace una década atrás, no tiene los fondos usuales y necesarios debido a la crisis europea que ha golpeado a las principales naciones donantes. Los países africanos, el continente más afectado por la epidemia, no tendrá el respaldo del pasado que tan buen impacto ha tenido, a pesar de las denuncias de corrupción de algunos regímenes.
En Estados Unidos los avances científicos han sido notables, sin embargo en ese panorama la comunidad latina, como la afroamericana, sigue sufriendo porcentualmente un peso desproporcionado de la enfermedad.
Los latinos representan uno de cada cinco contagios nuevos del virus VIH, un índice tres veces mayor al de los anglos y se estima que hay 205 mil los latinos portadores del virus de un total de a 1.1 millones de personas.
A todo esto se le deben sumar las dificultades de idioma y el serio problema de falta de seguro médico que aumentan los retos para la comunidad latina. La ausencia de cobertura de salud médica hace en muchos casos que el paciente no recurra al doctor hasta que la enfermedad esté demasiado avanzada como para poder ser controlada con tratamiento.
El tiempo pasa, pero las armas para combatir este mal son las mismas, aunque no por eso menos eficientes. La información, la educación, el acceso a condones, a un estilo de vida saludable, a servicios médicos incluido prevención y la prueba de detección del virus HIV es fundamental para evitar el contagio.