‘Ocupan’ sus casas y desafían los embargos
Dos familias del sur de California forman parte de un día nacional de protesta
Mientras muchos angelinos se preparan para festejar las fiestas decembrinas, Ana Casas Wilson, vecina de South Gate, desea que el fin de año no llegue.
Wells Fargo, el banco que compró el adeudo hipotecario de Casas Wilson en 2009, le ha hecho llegar el aviso de desalojo para enero de 2012, pues no ha recibido pagos de la hipoteca desde hace casi tres años.
“Nosotros queremos pagar, pero el banco quiere la casa. No lo entiendo” asegura Casas Wilson desde la silla de ruedas en la que se desplaza, pues padece de parálisis cerebral.
Ella se sumó ayer al movimiento Occupy Our Homes, que congregó a decenas de familias en propiedades amenazadas de embargo bancario, a fin de recuperar las propiedades.
Para Casas Wilson, el 2005 marcó el inicio de una pesadilla, cuando fue diagnosticada con cáncer de seno que requirió mastectomía doble y tornó frágil e incierta la situación económica familiar.
“Meses antes de mi enfermedad me comenzó a llamar una compañía que daba préstamos, yo no les creía y me negaba, pero necesité el dinero y caí en su trampa” indicó Casas, una conocida lideresa en su vecindario por defender los derechos de minorías y discapacitados.
Para cuidar a su esposa durante el largo y penoso tratamiento contra el cáncer, James Casas dejó su trabajo como guardia de seguridad. Sin más ingresos, la familia dejó de pagar su adeudo en 2009.
Wells Fargo explicó en una declaración enviada a La Opinión que ha revisado el préstamo de la familia Casas Wilson varias veces. La institución dijo que luego de la ejecución hipotecaria de 2009 el préstamo fue analizado nuevamente, pero no pudo “encontrar una opción a un precio asequible” y que es difícil encontrar capacidad de pago y garantías necesarias para préstamos severamente morosos.
La familia Casas Wilson cuenta ahora con tres salarios estables que pueden pagar el adeudo pero asegura que el banco ha dejado de aceptar los pagos mensuales de 3 mil dólares.
En un acto paralelo de Occupy Our Homes en Riverside, Arturo de los Santos mudó sus muebles para retomar el hogar que compró en 2003 y que el banco JP Morgan Chase le embargó en 2009 cuando intentó modificar su préstamo.
Actos similares se realizaron en Nueva York, Chicago, Philadelphia, Atlanta, San Francisco, Minneapolis y Portland.