Escándalo en Vivienda
El manejo de la agencia a cargo de vivienda en Los Ángeles es uno de los peores ejemplos de la burocracia. Los fondos, que debieron haber sido destinados a dar refugio a las personas más vulnerables de nuestra ciudad, eran usados para mantener un costoso estilo de vida para el presidente ejecutivo de la agencia y sus allegados.
Rudy Montiel ya no esta más a cargo de la Autoridad de Vivienda de Los Ángeles (HACLA), los excesos que caracterizaron su gestión obligaron a su salida. Pero hasta el proceso de despido estuvo manchado. La Comisión de Vivienda que supervisa el HACLA le otorgó a Montiel 1.2 millones de dólares supuestamente para evitar una demanda legal de Montiel, quien dice haber sido víctima de acciones en su contra porque habría reportado irregularidades de los integrantes de la comisión. ¡Vaya situación!
Montiel recibía un salario de 450,000 dólares, además de un estipendio para vivienda, auto y 10 semanas de vacaciones. Su gestión se caracterizó por almuerzos y cenas por valor de miles de dólares en restaurantes de lujo para su gente y viajes excesivos. Además, los viajes se triplicaron entre el 2006 y 2009, pasando de 100,000 dólares anuales a 300,000.
Como si fuera poco, en el 2010 un número de residentes de vivienda pública protestó ante la casa de Montiel por la política de su agencia, esto descadenó una represalia de desalojo contra algunos de los manifestantes.Montiel está afuera, pero es preciso aclarar la compensación otorgada a su salida y si es una compra de su silencio por parte de la Comisión tal como está insinuado. Este es un interrogante que debe resolverse.
Por otra parte, respaldamos la investigación a profundidad establecida por la contralora Wendy Greuel para exponer al público los excesos de la gestión de Montiel que fueron descubiertos gracias a los medios SoCal Connected y LATimes en el caso de la compensación final.
Es triste e indignante el abuso de la función pública, especialmente en un momento que los fondos públicos escasean y el propósito es ayudar a los más pobres. Aquí hay un deuda de transparencia de quienes designaron a Montiel a ese cargo y de quienes debieron supervisar su accionar. Todos ellos deben explicaciones.