Escándalos para el olvido

Pongamos un paréntesis a la política. Les propongo que empaquemos todos esos trapos burdos de los azares políticos, pongámoslo en un morral y cerrémoslo herméticamente con un afiche colgado que diga: No abrir hasta principios de 2012.

Por esta semana y la próxima, digamos no a los estropajos políticos, a los dimes y diretes, al amarillismo, a los escándalos sexuales de gente que ven en la vida pública como un camino hacia la codiciada celebridad hollywoodense.

Digamos no a los escándalos -de demócratas y republicanos- que estuvieron al frente de los medios de comunicación y marcaron historia en nuestra historia política.

Que nuestro pensamiento se libre del representante demócrata Anthony Weiner, quien tuvo la sinvergüenzura de mostrarse desvestido a través de Facebook. Nos hizo ver explícitamente por la vía virtual un cuerpo destartalado y enhuesado que, seguramente, ni la agria Cruella De Vil, de la película 101 Dalmatians, estaría dispuesta a hacerse doblegar por sus encantos enfermizos.

Otro representante demócrata de Oregon, David Wu, sobrevivió las críticas por disfrazarse de tigre en 2010. Empero, en este año las críticas le llovieron por todas partes. Una de sus asistentes de su campaña política lo acusó por sexualidad agresiva.

Supongo que el tigre que mostraba con su disfraz finalmente hizo relucir sus instintos bestiales. Su carrera política ahora descansa en la tumba.

Los republicanos no se quedaron atrás con sus destellos sexuales malsanos. Uno de sus pre candidatos a la presidencia, Herman Cain, no simplemente se conformó con uno, pero con muchos escándalos. La cantidad de mujeres que pasaron por su camino es incontable, como incontables son sus mentiras.

A principios de su campaña política, muchos -incluyéndome a mí- vieron un potencial afroamericano en las filas republicanas. Su experiencia administrativa y en los negocios, y su carisma dieron una pizca de esperanza a los conservadores de tener a un moreno capaz de hacer temblar al presidente Barack Obama. Empero, el mismo se ocupó en cavar su fosa política.

A Cain le llovieron los escándalos. Sus secretarias y personas que trabajaron en su negocio de pizza lo acusaron de acoso sexual. Los medios de comunicación lo pusieron en la silla de los acusados. Cain resistió a los embates y al amarillo con mucho empeño, pero cuando pensó que podía salir a flote, Gloria Allred, la conocida representante de mujeres, nuevamente hizo su aparición en la antesala política como una golondrina emigrante que aparece año tras año en la primavera. Ante los micrófonos de los medios de comunicación, junto con Sharon Bialek, su cliente, acusaron a Cain por avances sexual. “Me tocó muy cerca de mis genitales”, dijo Bialek.

Después de unas semanas, Ginger White, otra víctima de Cain, sostuvo que tuvo un romance extramarital de más de 13 años con el candidato republicano. Allí terminó todo para el candidato.

Hubo más escándalos políticos durante el año. Les recomiendo que los pongamos a un lado. Recordemos que esta fiesta navideña es para disfrutar de nuestras familias.

Feliz Navidad.

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