En CSUN los estudiantes resienten los recortes

Limitan número de unidades por alumno; peligra su ayuda financiera

La biblioteca de CSUN. (archivo)

La proposición busca restaurar la acción afirmativa para ingresos a la universidad. Crédito: ARchivo | Emilio Flores / La Opinión

Elvin Herrera, estudiante de la Universidad del Estado de California en Northridge (CSUN), no pudo registrarse en las clases que necesitaba para el semestre en curso porque para cuando llegó su turno de inscripción, ya se había llenado el cupo.

Herrera terminó inscribiéndose en clases que no necesitaba sólo para poder recibir la ayuda financiera, aunque esto retrasará su graduación.

“Son clases que no necesito, en malos horarios. Tuve que comprar los libros que son muy caros para cursos que no son de mi licenciatura”, señaló.

El problema de Herrera no es único en CSUN este semestre. Otros estudiantes tampoco podrán tomar las clases que requieren para continuar avanzando hacia su licenciatura debido al límite de cupo en las clases o porque no se puede exceder de 15 unidades por alumno.

El sistema de la Universidad Estatal de California (CSU) amenazó con retener 7 millones de dólares del campus de Northridge, de alrededor de 34,000 estudiantes, si la escuela no reducía su matrícula en aproximadamente unos 2,800 estudiantes.

CSUN se vió obligada a limitar la cantidad de créditos que los estudiantes pueden tomar, y el cupo de estudiantes permi$en cada clase.

La medida afecta también a los alumnos que tienen visa de estudiante, quienes necesitan al menos 12 unidades para poder quedarse en el país. Aquellos alumnos que no pudieron inscribirse porque las clases están al máximo de cupo podrían enfrentar la deportación.

Lo mismo ocurre con los estudiantes que dependen de ayuda financiera. Para poder recibirla, necesitan estar inscritos en al menos 12 unidades y de no ser así perderán este subsidio para sus estudios.

La cantidad de créditos que pueden tomar los alumnos es el $más importante en la fórmula para distribuir los fondos de educación superior. El argumento del sistema CSU por el cual no permite registrar más estudiantes es que al hacerlo no hay suficientes fondos para cubrir ciertos servicios para los estudiantes, como el de consejería académica.

En julio de 2011, la Junta Directiva de CSU aumentó la matrícula un 12% adicional efectiva a partir de septiembre 2011. Dicha acción fue resultado de un recorte estatal de $650 millones para 2011-2012.

Como consecuencia del recorte de fondos del estado, los $de CSUN, Dominguez Hills, San Marcos, Bakersfield, entre otros, registraron más alumnos del límite estipulado por CSU.

“Esto es parte de un problema mucho mayor”, señaló el presidente del departamento de Estudios Chicanos de CSUN, David Rodríguez, indicando que el rector del sistema CSU, Charles B. Reed, sí sabía que el semestre pasado la universidad había inscrito a más estudiantes del límite.

La matrícula básica para los estudiantes que buscan obtener su licenciatura es de 1,587 dólares por semestre hasta seis unidades, y de 2,763 dólares después de las seis unidades. El hecho de que a partir de las seis unidades, el precio permanezca igual es lo que hace que algunos estudiantes busquen tomar la mayor cantidad de unidades por semestre, ya que el precio no varía y , de este modo, pueden graduarse antes.

La matrícula es más alta para aquellos que ya tienen su licenciatura y quieren obtener credenciales para enseñar, y para quienes cursan su maestría o doctorado. En noviembre, la junta aprobó un aumento de casi el 9% que será efectivo el semestre que comienza en septiembre de este año.

Raiza Arias, una estudiante que está haciendo una licenciatura doble, en Antropología y Teatro, dijo que a ella personalmente no le afectó la restricción en el cupo de clases porque logró registrarse temprano, pero que a su amiga la sacaron del dormitorio de la universidad por no poder cumplir los requisitos mínimos.

“Para poder vivir en los ‘dorms’ de la universidad es necesario tener un mínimo de 12 unidades. Mi amiga no pudo anotarse en las clases que necesitaba para llegar a los 12 créditos y el jueves [el primer día de clases] la sacaron de su ‘dorm’. Ahora no tiene dónde quedarse”, explicó.

Según Rodríguez, el problema va más allá de la universidad y está relacionado con la distribución de recursos y el dinero de los impuestos. “En lugar de asignar los recursos a la educación y ayudar a la gente, gastan el dinero en la frontera reprimiendo la inmigración”.

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