Relaciones muy tensas

La Serie del Caribe sigue en el círculo de espera de los ejecutivos de MLB

Francisco Liriano fue el único pelotero de renombre en el clásico.

Francisco Liriano fue el único pelotero de renombre en el clásico. Crédito: AP

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El beisbol caribeño tendrá que pasar por muchos cambios fundamentales en su relación con Major League Baseball para mantenerse con vida y seguir sirviendo como cuna de desarrollo de peloteros, especialmente para los latinos.

Así reaccionaron dos ejecutivos de las ligas invernales cuando se les abordó sobre la actual relación entre la Confederación de Beisbol del Caribe, las ligas y MLB.

La queja principal, que se escucha en unísono en cada Serie del Caribe, es que son raras las veces que los equipos de MLB otorgan un permiso a jugadores estelares de la talla de Robinson Canó, Neftalí Feliz, Yadier Molina o Miguel Cabrera para poder jugar de planta en el beisbol invernal.

Según el Acuerdo de Ligas Invernales que rige la relación entre MLB y el Caribe, aún si es el deseo del jugador es participar, no lo pueden hacer a menos que su equipo de grandes ligas le dé luz verde.

“El problema es que en vez de tener un acuerdo, lo que el Acuerdo de Ligas Invernales es una regla que es arbitrariamente aplicada por MLB”, dijo el dueño de los Indios de Mayagüez, Daniel Aquino. “Lo que ellos dicen va, y no hay nada que hacer al respecto”.

Por su parte, el veterano periodista y hoy gerente general de los Bravos de Margarita, Rubén Mijares, dijo que “en los ojos de los equipos de grandes ligas, nosotros somos una molestia. Hay veces que he llamado a los supuestos enlaces de los equipos con las ligas invernales y sencillamente no contestan las llamadas”.

En República Dominicana en esta temporada surgieron casos de jugadores que personalmente pidieron permiso, como ocurrió con Ervin Santana de los Angels de Los Ángeles y Feliz, de Rangers de Texas para jugar y les fue denegado.

Asimismo, Cano dijo públicamente que quería jugar en la Liga Dominicana al igual que Jesús Montero, pero ambos mencionaron que sería imposible conseguir que sus organizaciones lo permitieran.

Y es que en los ojos de los equipos de Grandes Ligas, la inversión, a veces multimillonaria que hacen en sus estelares es una que hay que proteger a toda costa y muchos equipos ven los terrenos de las ligas caribeñas como un riesgo.

Por otro lado, los dueños de los equipos dependen de los nombres reconocidos para atraer fanáticos a los estadios y mejorar la salud fiscal de la pelota invernal.

Las tensas relaciones entre las ligas invernales y MLB no son nada nuevo, pero para ligas como la de Puerto Rico, que económicamente se encuentra agonizando constituyen un problema de vida o muerte.

“Nuestra relación con MLB tiene que cambiar dramáticamente”, dijo Aquino.

“Nuestra realidad fuese una totalmente distinta si el Acuerdo de Ligas Invernales se implementara como se supone, y no como una regla”.

Aquino dijo que buscará propiciar un nuevo diálogo.

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