La NBA y Nueva York adoran a Jeremy Lin

En cualquier disciplina deportiva la sorpresa aparece cuando menos se espera.

Jeremy Lin (izq.) de los Knicks es, junto al español Ricky Rubio (der.), de los Timberwolves, dos de los jóvenes más talentosos en la actual temporada de la NBA.

Jeremy Lin (izq.) de los Knicks es, junto al español Ricky Rubio (der.), de los Timberwolves, dos de los jóvenes más talentosos en la actual temporada de la NBA. Crédito: AP

En cualquier disciplina deportiva la sorpresa aparece cuando menos se espera. Tal es el caso de Jeremy Lin en los Knicks.

Con Carmelo Anthony enfermo y Amare’e Stoudemire ausente por siete días y cuatro juegos -este último tras la repentina muerte de su hermano, Hazell, en Florida- el quinteto neoyorquino pasaba por una crisis perdedora encadenada.

Luego de estas ausencias, sumadas a otras de jugadores clave lesionados, no hubo más remedio que echarle mano a lo que había.

En eso surge la figura de Lin, un jugador, hasta entonces, desconocido en la NBA, de quien sólo se sabía que es de origen asiático, de 23 años de edad, hijo de padres taiwaneses, graduado de la Universidad de Harvard, entrando a su segunda temporada profesional, elegido por Golden State Warriors y luego cedido a Houston Rockets.

Ambos clubes se desprendieron de él, por lo que Nueva York lo tomó en ‘waivers’ (asignación) desde el quinteto texano, para más tarde asignarlo a la liga ‘D’ de la NBA y después volverlo a subir.

Dada la necesidad del club del Madison Square Garden, Lin entra en acción y se convierte en la bujía ganadora de este club. En algo así como el brazo de Dios.

Ahora Nueva York ama a Lin y Jeremy también quiere a Nueva York.

Este embrujo amoroso, Lin-Nueva York y viceversa, vuelve hoy a escena cuando en este ‘Día del Amor y la Amistad’ el jugador en cuestión regresa al tabloncillo en Toronto, donde los Knickerbockers se enfrentan a los Raptors canadienses.

Con Stoudemire, quien se unió ayer a la práctica del plantel local, listo para volver a juego hoy en Toronto, se presume que Lin tendrá menos presión; pero el coach Mike D’Antoni no piensa cambiar la técnica de los últimos encuentros, todos ganados por los Knicks.

Hasta aquí todo sigue con normalidad. Con Stoudemire en el ruedo, quien actúa de centro y delantero, tam$én hay más defensiva y la posibilidad de acentuar la ofensiva.

Esto quiere decir que el forward-center, Jared Jeffries, tendrá menos actuación. O lo que es lo mismo: va para el banco, aunque haya formado parte últimamente del tren ganador en fila.

¿Y cuándo regrese Carmelo Anthony, qué…?

Anthony, delantero-defensa y el mejor anotador de Nueva York en lo que va de temporada, ha estado fuera con lesión en la ingle por casi dos semanas, por lo que se espera pronto su recuperación para entrar a juego.

Entonces aquí surge el dilema.

El coach D’Antoni dijo que no hay que preocuparse. “No habrá cambio de táctica, sino el regreso de dos buenos jugadores”, exclamó.

Con respecto a la distribución del balón, que con más frecuencia iba a parar a manos de Carmelo, el entrenador $los Knicks dijo que ahora sólo se puede hablar de lo que hay, no de lo que viene. Esto quiere decir que D’Antoni no quiere adelantarse a los acontecimientos.

Mientras tanto, poco a poco nos damos cuenta de que estamos en presencia del nacimiento de una estrella. En hora buena llega Lin a la NBA, cuando más se necesitaba.

Luego de un paro equipos-patronal que dejó en crisis este año a uno de los deportes más populares, el ánimo de repente se apodera del juego. El surgimiento de Lin, quien recientemente también le ganó el duelo al resurgente Ricky Rubio, nuevo base sensación español de los Timberwolves, ha puesto otra vez en el mapa a la NBA.

“Cuando me levanto todas la mañanas hago mi acostumbrada rutina. No he cambiado desde entonces; sigo igual”, dijo Lin, cuando le indagaron si se siente cambiado, debido al éxito y la publicidad. Sin embargo, el joven jugador de 23 años dice que disfruta del momento. También espera cambiar de dormir en el sofá del apartamento-estudio que renta su hermano en Manhattan, a un sitio más cómodo y grande. $ha entrado a una etapa donde el promedio ofensivo le ha ido creciendo con más velocidad con los Knicks que el de Anthony y Stoudemire, dos estelares con contratos multimillonarios.

Mientras Lind promedia 19.4 por juego, Anthony lleva 18.8 y Amar’e sólo 15.5. “El mundo cambia”, dijo Rubio por otro lado, quien desde Barcelona llegó este año a la ciudad gemela de Minnesota. “No sólo es Europa, sino todo el mundo que está ahora atento a la NBA”, agregó el base español, con referencia al surgimiento tanto de él, como de Lin.

“Trato todos los días de ser real. Me levanto y me preparo día a día para el juego, física y mentalmente”, comentó Lin.

Mientras tanto, en la Manzana Grande se vive una euforia de ‘Linmanía’, donde se ha disparado la venta de camisetas y otros productos con el nombre de Lin, su número 17 en las chaquetas y el aumento del fanático asiático en las canchas donde compite este jugador.

Los Knicks también están transmitiendo los juegos al continente asiático, principalmente a Taiwán, mientras que la prensa asiática es ahora más numerosa en cada juego del conjunto de Nueva York.

Los Knicks han variado su marca de 8-15 a 13-15 con Lin en acción y su participación en la pretemporada cada vez es más posible que antes.

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