Lavacoches ven frutos de lucha

Su empeñosa labor les ha permitido sindicalizarse y obtener derechos

Un grupo de trabajadores de coches en Los  Ángeles son considerados héroes.

Un grupo de trabajadores de coches en Los Ángeles son considerados héroes. Crédito: j. Emilio Flores / la Opinion

No ha sido fácil limpiar la industria de lavado de autos en Los Ángeles. En casi cuatro años de lucha apenas se han firmado tres contratos colectivos. Es claro que no se puede cantar victoria cuando muchos de sus 10,000 empleados tienen miedo de reportar los abusos por ser indocumentados.

Los que ya lo han hecho, un puñado de trabajadores del Sur de Los Ángeles y Santa Mónica, fueron considerados este martes como “héroes”, al poner el ejemplo al resto del país de que, aún en la peor de las opresiones, es posible unirse para obtener mejores condiciones laborales.

“El encabezado debe decir: ‘Lavacoches hacen historia en Los Ángeles’”, dijo el presidente de la Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), Richard Trumka, en la firma de los últimos dos acuerdos laborales con los establecimientos Vermont y Nava’s Car Wash.

De fallar en pagarles todas las horas trabajadas, ni ofrecerles agua y negarles descansos, estos centros han aceptado que sus empleados reciban un aumento salarial de al menos 2%, no despedirlos sin justificación, no discriminarlos, ofrecerles equipo de protección y brindarles capacitación.

Los acuerdos, que llegan cinco meses después del primer contrato firmado en Santa Mónica, estarán vigentes hasta el 15 de septiembre de 2013.

La campaña CLEAN, lanzada en 2008 por grupos sindicales y comunitarios, aspira a que este modelo colectivo se alcance en los otros 500 locales de la industria en este condado. A decir de Trumka, el objetivo es que los traten como seres humanos y no como máquinas.

“La valentía de los ‘carwasheros’ en estos dos locales muestra que los trabajadores de bajos sueldos pueden cambiar sus condiciones laborales si se organizan y permanecen unidos”, manifestó María Elena Durazo, secretaria-tesorera de la Federación de Sindicatos del condado de Los Ángeles.

La lucha de la campaña CLEAN se ha topado con varias barreras: el abuso tradicional por parte de los dueños de los centros de lavado de coches, el sigilo de los trabajadores por temor a ser despedidos o reportados a las autoridades migratorias y la falta de organización de éstos.

Ayer, el alcalde Antonio Villaraigosa se enfocó en pedir a los patrones que sean ellos mismos quienes inicien un cambio en sus locales.

“Necesitan hacer lo correcto, tratarlos con respeto, pagarles un sueldo digno y ofrecerles descansos”, subrayó.

Villaraigosa, quien trabajó temporalmente como lavador de autos en Alhambra en su juventud, recalcó que lo justo es que un empleado que cumple con sus obligaciones reciba el salario que le corresponde. “Esta es una de muchas victorias”, resaltó sobre la firma de los contratos laborales.

Manuel Aguilar, un lavacoches de Vermont Car Wash, dijo que las cosas han mejorado desde que él y sus compañeros formaron un sindicato. Al menos eliminó aquella práctica de sólo pagarles cinco horas cuando trabajaban diez o más.

“Traigan sus carros para que los lavemos aquí, que ya nos pagan”, pidió Aguilar a los clientes.

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