Santorum y Gingrich ni sueñan retirarse
Con una ventaja en cuanto a delegados que crece sin cesar, Mitt Romney insinuó delicadamente a sus rivales por la candidatura republicana que harían bien en retirarse, pero Rick Santorum y Newt Gingrich, lejos de hacerle caso, juraron prolongar una contienda caracterizada por los enfrentamientos ideológicos.
WASHINGTON — Con una ventaja en cuanto a delegados que crece sin cesar, Mitt Romney insinuó delicadamente a sus rivales por la candidatura republicana que harían bien en retirarse, pero Rick Santorum y Newt Gingrich, lejos de hacerle caso, juraron prolongar una contienda caracterizada por los enfrentamientos ideológicos.
Las maniobras políticas se intensificaron ante la perspectiva de las primarias en cinco estados la semana próxima. La campaña de Romney adquirió espacios televisivos en Alabama donde, según fuentes de ésta, el ex gobernador de Massachusetts busca abrirse paso en la base sureña del partido.
Un aliado de Santorum exhortó a Gingrich a que abandone la liza.
El expresidente de la Cámara de Representantes dijo que lo pensaría si creyera que Santorum fuera capaz de vencer a Romney y luego al presidente Barack Obama. “No lo creo”, añadió.
Al día siguiente del Súper Martes, la campaña de Romney argumentó en un memorando que sus seis victorias en una noche le permitieron ampliar su ventaja hasta el punto de que a sus rivales les resultaría cada vez más difícil cerrar la brecha. Adicionalmente, si lo intentaran, perjudicarían al partido, insinuó.
“A medida que los oponentes del gobernador Romney intentan desconocer los principios básicos de la matemática, la única persona cuyas probabilidades de ganar aumentan es el presidente Barack Obama”, dice el memo.
Romney no llegó tan lejos en una entrevista, ni tampoco pronosticó que alcanzaría su objetivo de obtener una mayoría de delegados antes de la convención.
“Creo que lo lograremos antes de la convención, pero lo que les puedo decir con certeza es que no será una convención negociada en la que aparece un recién venido y se convierte en candidato”, dijo a la televisora CNBC. “Será una de las cuatro personas que se están postulando”.
Después del Súper Martes, Romney tiene más delegados que sus tres rivales juntos: 419, contra 178 de Santorum, 107 de Gingrich y 47 de Ron Paul. Se necesitan 1,144 para ganar la candidatura.
Si bien Romney desearía que todos sus rivales abandonen la contienda, la renuncia de uno solo, sea Santorum o Gingrich, no le resultaría tan favorable. Los dos se dividen el voto anti-Romney y le permiten ganar estados donde de otro modo podría perder. En Ohio, la presea más codiciada del martes, Romney venció a Santorum por apenas 10,000 de los 1.2 millones de votos emitidos. Gingrich obtuvo 175,000 votos y Paul 111,000.
Gingrich y Santorum reconocen la ventaja de Romney en materia de fondos y organización, pero impugnan sus credenciales de conservador, destacan sus cambios de posición y lo consideran incapaz de diferenciarse significativamente de Obama.