Medicina al día: Arándano poderoso

Es el superman de las frutas: una sola porción de arándano azul a la semana basta para reducir el riesgo de hipertensión, según un estudio reciente de la Universidad de Harvard publicado en el American Journal of Clinical Nutrition.

Los investigadores siguieron el estado de salud de más de 100,000 mujeres durante 14 años.

Aquellas con niveles más altos de antocianina (un antioxidante que es precisamente el que le da a los arándanos su típico color azul morado), tuvieron las probabilidades más bajas de desarrollar hipertensión, un factor de riesgo importante tanto de enfermedad cardíaca como del derrame cerebral.

Invite al arándano azul a su mesa.

Existe otra buena razón para adherirse a la dieta mediterránea (rica en vegetales, aceite de oliva, granos integrales, frutas, nueces y pescado). Además de favorecer al corazón, puede mejorar el estado de ánimo.

Según un estudio realizado en España entre más de 12,000 personas, aquéllas que consumieron alrededor de una onza de aceite de oliva al día, tuvieron 30% menos probabilidades de desarrollar depresión que las que ingirieron menor cantidad de este tipo de grasa monoinsaturada.

También encontraron que las grasas trans (incluidas principalmente en los alimentos preparados con aceites hidrogenados, como los que vienen en las donas, las galletas y los productos procesados, entre otros), pueden causar tristeza. Los participantes en el estudio que consumieron la mayor cantidad de grasas trans aumentaron las probabilidades de sentirse deprimidos en un 50%.

Así que… ¡bravo por el aceite de oliva!

Durante años se les ha acusado de elevar el colesterol. Ahora resulta que contienen menos colesterol y más vitamina A de lo que se creía, según los expertos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos que ahora afirman que un huevo al día no hace daño.

Sus beneficios para la salud son enormes: son ricos en proteína, bajos en calorías y contienen luteína, saludable para los ojos. Solamente hay que tener cuidado con sus acompañantes habituales que sí son “peligrosos”: el tocino y otras carnes ricas en grasa que en no contribuyen a la salud del corazón.

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