Semana Santa ¿patrimonio cultural intangible?

El Gobierno del DF da el primer paso para solicitar el reconocimiento de Unesco de la celebración de Iztapalapa

El calvario de Jesús en el cerro de Iztapalapa de Ciudad de México.

El calvario de Jesús en el cerro de Iztapalapa de Ciudad de México. Crédito: EFE / Archivo

México.- El Gobierno del Distrito Federal declaró la Semana Santa de Iztapalapa, una de las más famosas del país, como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México, paso previo para solicitar el reconocimiento de la Unesco.

Durante la entrega del título, el alcalde capitalino, Marcelo Ebrard, indicó que con ello se reconoce a las generaciones que desde hace 169 años han organizado, promovido, realizado y hecho crecer esta conmemoración, que cada año congrega a miles de fieles.

Esta declaración “tiene un significado muy profundo para la ciudad, para su futuro, para su historia y es el reconocimiento de una de las tradiciones populares más poderosas de la ciudad”, dijo.

La representación teatral de esta festividad en el barrio de Iztapalapa es uno de los festejos con mayor arraigo y tradición entre los católicos mexicanos, ya que se celebra desde 1843 en una ceremonia en la que participan los vecinos del lugar.

Ebrard señaló que este reconocimiento permitirá además elevar ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) una propuesta formal para que sea declarado Patrimonio Intangible Cultural de la Humanidad por la Unesco.

“Tenemos que protegerla, tenemos que respaldarla para las futuras generaciones, por eso el día de hoy es tan importante que tengamos esta declaratoria, reconocimiento, respaldo y protección”, indicó.

Según el cronista de Iztapalapa Jorge de León, la escenificación teatral de la Semana Santa en este lugar surgió a raíz de una epidemia de cólera que azotó a la población en 1843, habitada entonces por unas 20, 000 personas, en su mayoría indígenas.

La epidemia fue de tal magnitud que acabó con la vida de muchos habitantes del lugar, por lo que quienes habían sobrevivido hicieron la promesa de emprender una procesión al Cerro de la Estrella si la peste se acababa.

Cuando la epidemia cesó, los vecinos del lugar hicieron una procesión con imágenes de vírgenes y santos, y dos años después se celebró la primera escenificación teatral de “La pasión de Jesucristo”.

La declaración como Patrimonio Cultural Intangible de la representación de la Semana Santa de Iztapalapa se suma a las de Juegos de Pelota de origen prehispánico, el Barrio de San Ángel y la Orquesta Típica de la Ciudad de México.

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