Augusta inicia con lo mejor…
Mucha vida y cinco españoles por detrás de Tiger Woods y Rory McIlroy
MADRID, España (EFE).- A José María Olazábal todavía le duele la tráquea, tras la emoción contenida por Seve Ballesteros en la cena de campeones, pero el Masters, el golf y la vida siguen, y sobre lo vital Augusta rebosa, por los cinco españoles y por lo que hay tras los favoritos, Tiger Woods y Rory McIlroy.
En las portadas, en las páginas de internet y en todo lo que huele a las azaleas del Masters las imágenes de Tiger y Rory copan los lugares destacados.
La mercadotecnia vende por esa vía, pero la realidad intramuros es otra bien distinta.
Por ejemplo y por lo que respecta al golf español, los intereses son muchos, Olazábal, Jiménez, Álvaro Quirós, García y Fernández Castaño estarán hoy en el tee del uno, el lugar que aún “le pone el bello de punta y una corriente le llega hasta la nuca” a Olazábal, felizmente recuperado de una lesión en un pie.
Castaño debuta, es el decimotercer español que compite en Augusta, y desde 2003 el golf español no había “colocado” una “manita” de representantes en esta meca.
Pero de la congoja que sufrió Olazábal en la velada que organizó el surafricano Charl Schwartzel, el último campeón, y el optimismo reinante de los entrenamientos, una noticia impactante saltó para hoy, Jiménez, de 48 años, compartirá partido con Tiger Woods y el coreano Bae. Los tres juntos, hasta el día del corte.
Tiger volvió a ganar hace dos semanas un título del PGA Tour (Bay Hill). El hecho, antes habitual y ayer insólito, quebró una racha de 30 meses de sequía, a la vez que disparó su papel de favorito para el asalto a su quinta Chaqueta Verde.
McIlroy, el jugador de 23 años de carrera fulgurante, segundo del ránking mundial, llega igualmente con las pilas cargadas y con la lección que aprendió el año pasado, en donde tiró el título en dos hoyos nefastos (10 y 11).
La nueva estructura del ránking mundial, con los ingleses Luke Donald (líder) y Lee Westwood (tercero), el ascenso de Hunter Maan al cuarto puesto (el mejor estadounidense), la forma de Phil Mickelson y la de Tiger abre un Grand Slam 2012 de lo más sugerente de la década.
El golf latino, por suerte, siempre tendrá al argentino Ángel Cabrera entre los fijos para Augusta, pues la temporada ha sido gris.
El cordobés ganó hace dos años en el campo y el torneo más emblemático del mundo.
“El Pato” también lloró en la cena de campeones por la ausencia de su amigo Seve Ballesteros, campeón en 1980 y 83, y quen falleció a los 54 años de edad, en mayo del 2011, por un tumor cerebral.