Kaká dirige y… Ronaldo ejecuta

MADRID, España (EFE).- Real Madrid cumplió con el trámite y repite presencia en semifinales de la Liga de Campeones tras rematar la eliminatoria ante el Apoel chipriota (5-2), en una noche de rotaciones blancas en la que el brasileño Kaká tomó la batuta, cerrando un papel decisivo en cuartos de final, y el portugués Cristiano Ronaldo se destapó con un doblete.

Jose Mourinho dejó otra de sus medias verdades. “Haré poquísimos cambios” aseguró en la previa. Varane, Sahin, Granero, Altintop y Kaká entraban en un once que cambiaba su cara.

Arbeloa, Xabi Alonso, Ozil y Benzema tuvieron un descanso que les vendrá bien. Con la cantera viendo las puertas cerradas del primer equipo, jugadores como Sahin y Granero ganan confianza en estas citas.

Altintop es una causa perdida. Llegó al Real Madrid lesionado y su aportación no ha despejado las dudas de su contratación.

Tras el triunfo, “Mou” trasladó la presión a su rival.

“Para mí el Barcelona es súper favorito para ganar la Champions, y nosotros tendremos con el Bayern una semifinal que espero muy equilibrada, dos equipos buenos y fuertes que están jugando bien. Un Bayern que tiene la motivación extra de jugar la final en su casa y un Real Madrid que consigue dos años seguidos la semifinal en la Champions, por lo que es normal que tengamos motivación extra para llegar a la final en el segundo”, dijo.

El Apoel se plantaba en el Bernabéu para disfrutar del final de un sueño. Ni con todo perdido fue valiente. Encerrado en su terreno, como hizo en su propio estadio, entregó el balón al Real.

Los goles eran cuestión de minutos. Iker Casillas fue un espectador hasta en los minutos finales, cuando se relajaron sus compañeros. Las llegadas al área rival merengue acabarían dando su premio. Un cabezazo de Cristiano rozó el larguero a los 25 minutos. Uno después no perdonó. Una jugada de Marcelo, quien desequilibró con su entrada en Nicosia, la peinó Higuaín y la remachó Cristiano. Un gol más de una temporada para enmarcar.

Kaká asume su rol. Espera su momento y lo aprovecha. Ante el Apoel se exigió al máximo. Su fe tiró del equipo cuando lo normal era bajar los brazos con la eliminatoria sentenciada. Disparó arriba una acción individual.

Dejó el golazo de la noche, con un disparo con el interior de su pie derecho que dibujó la rosca perfecta para acabar en la escuadra de la portería defendida por el español Urko Pardo.

Quería más el brasileño, y tras ver cómo Altintop perdonaba solo tras asistencia brillante de Higuaín, Kaká se topaba con el poste con un nuevo derechazo ajustado.

Kaká era el ejemplo a seguir, y Mourinho aumentaba el hambre de su equipo con la entrada de Callejón y Di María.

Está de vuelta el argentino. Su anotación, que cerró la goleada, le ayudará a elevar su autoestima.

Un balón picado al portero en una acción que registró Raúl González en el Bernabéu.

Tras un bajón, el partido entró en una fase de locura. La proeza del Apoel, equipo revelación de la Liga de Campeones, merecía un broche brillante.

El brasileño Manduca aprovechó el carril de un Altintop perdido de lateral izquierdo y superó a Casillas con su disparo cruzado.

Seis mil chipriotas celebraban el gol como si diese un título. No pararon de cantar en el día más importante de su historia. Con ocho millones de euros llegaron hasta cuartos de final.

Pero apareció Cristiano para despertar a los suyos del letargo. Una falta lateral la colocó en la escuadra ante un desacertado Pardo que no tapó su palo.

Callejón se sumó a la fiesta y, en una acción individual, Altintop provocó un penal que marcó Solari.

El camino a la soñada “Décima” llega a semifinales, donde espera un examen durísimo: el Bayern de Munich.