Berlusconi en escándalo
Lo acusan de relaciones con una menor
MILÁN, Italia (AP).- Silvio Berlusconi se presentó inesperadamente ayer en su juicio en Milán y oyó el testimonio de policías citados por la fiscalía, que le acusa de haber pagado para mantener relaciones sexuales con una prostituta marroquí menor de edad y de aprovechar su cargo para tratar de encubrirlo.
Los fiscales esperan confirmar sus sospechas de que Berlusconi, entonces primer ministro italiano, dijo a las autoridades que la muchacha, que tenía 17 años, tenía lazos familiares con el ex presidente egipcio Hosni Mubarak.
Entre quienes prestaron testimonio estaba el oficial de policía Piero Ostuni, quien dijo al tribunal que había recibido un llamado en mayo de 2010 del despacho del primer ministro.
“No creí que la chica fuera, de hecho, la sobrina de Mubarak”, dijo Ostuni. Uno de los motivos de su escepticismo era que la policía sabía que Karima el-Mahroug, una bailarina de clubes nocturnos, era marroquí y no egipcia.
La exprostituta negó haber mantenido relaciones sexuales con Berlusconi. Dijo que asistió junto con muchas otras jóvenes a fiestas en residencias privadas del exfuncionario italiano.
El magnate de los medios de comunicación negó toda impropiedad. La prostitución es legal en Italia, pero pagar para mantener relaciones sexuales con una menor es un delito.
La oficial de policía Giorgia Iafrate también declaró el viernes sobre la noche en la que la adolescente fue detenida en una comisaría de Milán en 2010 después de que una compañera de habitación hizo una denuncia de robo.
Iafrate dijo al tribunal que después que Ostuni la llamó para decirle lo de la supuesta relación familiar con Mubarak fue a hablar con la muchacha en custodia. “Le pregunté si era sobrina de Mubarak y me respondió que no, pero que a veces dice serlo”, declaró la agente.
Berlusconi no formuló declaraciones en el tribunal, pero en una pausa para el almuerzo habló con la prensa sobre recientes testimonios de muchachas jóvenes que asistieron a las fiestas, algunas de las cuales dijeron que se vestían como monjas y después se desvestían hasta quedar en paños menores.
El exprimer ministro, que renunció en noviembre presionado por la crisis financiera italiana, dijo que eran disfraces de “concursos burlescos”.
También confirmó haber pagado dinero a algunas de las mujeres en las fiestas que se espera rindan testimonio en el juicio. El abogado de Berlusconi había confirmado dichos pagos.
Berlusconi dijo a la prensa que solo trataba de ayudar. “Yo mantenía a esas muchachas porque este juicio les arruinó la vida”, afirmó.