El Paso reclama su pelea

Autoridades de El Paso, Texas, critican la decisión del rector universitario Francisco Cigarroa de cancelar la pelea de Julio César Chávez Jr. el 16 de junio en el Sun Bowl.

Julio César Chávez Jr. reparte los infaltables pedidos de autógrafo el martes, cuando tuvo su rueda de prensa en El Paso.

Julio César Chávez Jr. reparte los infaltables pedidos de autógrafo el martes, cuando tuvo su rueda de prensa en El Paso. Crédito: Chris Farina / Top Rank

EL PASO, Texas (AP).- Las autoridades de El Paso exigen más información sobre la supuesta amenaza a la seguridad que llevó a la Universidad de Texas a cancelar una pelea del mexicano Julio César Chávez Junior en el Sun Bowl.

Las dirigentes municipales se asombraron al enterarse de que la contienda programada para el 16 de junio entre el hijo del legendario Julio César Chávez, campeón mundial mediano del CMB, y el irlandés Andy Lee, no se llevaría a cabo en el estadio con capacidad para 51,500 espectadores.

Carl Moretti, vicepresidente de la empresa promotora Top Rank, dijo el martes que nunca había visto algo similar en sus 25 años trabajando en el boxeo.

“Puedo decirles que la gente de UTEP estaba tan asombrada como nosotros y tan escandalizada como nosotros”.

Pero la medida también provocó indignación en las autoridades municipales, que constantemente desmienten que la ciudad haya caído víctima de la violencia que azota el norte de México.

Las autoridades municipales se quejan desde hace tiempo que El Paso es caracterizado injustamente como zona de guerra por la violencia de los narcotraficantes al otro lado de la frontera en México.

Otras autoridades de la región también se unieron a las manifestaciones de rechazo por la cancelación de la pelea.

Fue “un shock para la Oficina de Convenciones y Visitantes”, dijo su gerente general, William Blaziek.

“Insinuar que la violencia fronteriza es el motivo para cancelar [la velada] es algo exacerbante y dañino para la imagen y la reputación de El Paso, y no está basada en hechos reales”, enfatizó Blazieck.

En cuanto a delitos violentos, El Paso está entre las ciudades estadounidenses más seguras.

“Dado este clima general de temor creado por algunos, se cree que la frontera no es segura. Éste es el más reciente ejemplo del tipo de decisiones que hacen un daño incalculable a las comunidades fronterizas”, dijo el senador estatal demócrata José Rodríguez.

La administradora municipal Joyce Wilson y el jefe de Policía de El Paso, Greg Allen, insistieron en que Cigarroa presente pruebas y cualquier otra evaluación de hechos importantes efectuados en los últimos cinco años en el sistema universitario.

El martes, la Universidad de Texas en El Paso dijo en una declaración que el combate planteaba un riesgo “superior a lo normal” y que el estadio “no sería un escenario adecuado”.

Un vocero de la universidad dijo que no podía discutir la evaluación y que Cigarroa no estaba disponible para hacer declaraciones.

Ramiro Cordero, un vocero de la Patrulla Fronteriza, dijo que la agencia no ha recibido ninguna amenaza específica ni datos de inteligencia que sugirieran posible violencia en El Paso relacionada con la pelea.

Todos los legisladores estatales que representan El Paso enviaron una carta a Cigarroa calificando la decisión de “mal informada, infundada y destructiva” y lo instaron a reconsiderar.

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