Gingrich hace oficial su retiro
Sale Gingrich: el único en confrontar a su partido sobre inmigración.
Newt Gingrich suspendió ayer su candidatura presidencial por el partido republicano de la misma manera en que la llevó a cabo: con grandiosidad y en sus propios términos.
Al final, Gingrich fue el objeto de muchos chistes y burlas en los medios y los analistas de uno y otro sector político consideran que su campaña presidencial fue demasiado prolongada y le hizo daño a su legado político. Y también posiblemente dañó al partido republicano y a su potencial nominado, Mitt Romney.
“Gingrich le negó a los conservadores republicanos la posibilidad de hacer contrapeso a Romney. Si él no hubiera estado en la contienda, Santorum pudiera haber ganado Iowa por mayor margen y también probablemente Carolina del Sur. La narrativa hubiera sido diferente”, sentencia David Johnson, un consultor político republicano que asesora a campañas nacionales.
Johnson añadió que Gingrich pasó de ser un político hábil que en 1994 llevó a los republicanos a ganar la Cámara de Representantes por primera vez en 50 años, a un candidato “que atacó a Romney, impidió la competencia de Santorum y ya no podrá tener ningún puesto de peso en ningún gabinete”.
Gingrich, en su discurso final en el que habló incluso de su famosa “colonia en la luna” , no mencionó uno de los temas más controversiales que introdujo en la contienda y por lo que fue mencionado en los medios latinos: inmigración.
Gingrich fue el único de los candidatos republicanos que confrontó a su partido con la necesidad de lidiar con al menos parte de la población indocumentada.
En noviembre pasado, durante un debate de los candidatos, llamó la atención a su partido por su apoyo irrestricto de las deportaciones y separaciones familiares. “Como es que un partido que se dice de la familia va a adoptar una política migratoria que destruye familias que han estado aquí un cuarto de siglo”, dijo Gingrich entonces, antes de promover que se diera algún tipo de legalidad a los indocumentados con más de 25 años en el país.
“La realidad es que Gingrich es parte de un grupo de republicanos que entienden los cambios demográficos del país, que saben que para competir con los demócratas a nivel nacional el partido necesita a los latinos y que no sólo con gestos culturales, sino con cambios en política, deben atraerlos”, dijo Saladin Ambar, profesor de ciencias políticas de Lehigh University en Pennsylvania.
Gingrich también fue el único de los pre candidatos que hizo un esfuerzo, en cada estado donde compitió, por reunirse con latinos conservadores y realizar eventos especialmente en esa comunidad. Al parecer, el único efecto de estos intentos fue hacer a Romney lucir más alejado de los latinos y más obvia su política restrictiva en inmigración.
“Newt parecía suave en inmigración al lado de Romney y en los debates hizo que Romney hablara de auto deportación y todas esas cosas que despúes los demócratas van a usar en su contra con los latinos” dijo Sherry Bebitch Jeffe, analista política y profesora de USC en Los Angeles.
No obstante, Gingrich dejó algo en el tintero, o al menos, en los planes de Marco Rubio para una versión “light” del Dream Act: el primero en mencionar la idea de legalización sin ciudadanía fue precisamente Gingrich.