Doctor habla en audiencia de agentes

Un cirujano especializado en traumatismos dijo ayer que la compresión torácica constante de un indigente de California durante un enfrentamiento con agentes de policía le provocó problemas respiratorios que causaron la muerte.

El testimonio del Dr. Michael Lekawa se presentó durante una audiencia en respuesta a intensos interrogatorios por parte de los abogados de dos agentes de policía de Fullerton acusados de la muerte de Kelly Thomas, 37 años, durante una investigación de una denuncia de robo de auto en un núcleo de tráfico.

Lekawa señaló que el video de vigilancia y las grabaciones de audio del incidente mostraron que la voz de Thomas cambió de los gritos iniciales de “No puedo respirar” a quejidos muy largos antes de dejar de hablar totalmente.

Lekawa, jefe de cirugía de traumatismos en la Universidad de California, Centro Médico Irvine -donde Thomas fue trasladado después del enfrentamiento- dijo que cree que el incidente provocó problemas respiratorios a Thomas, que dejaron sin oxígeno al cerebro.

“La compresión constante del tórax en última instancia le provocó un paro respiratorio”, dijo Lekawa durante la audiencia para determinar si existe prueba suficiente para que los agentes sean llevados a juicio.

Los fiscales aseguran que el agente Manuel Ramos golpeó a Thomas en las costillas, lo tiró y lo sujetó contra el suelo. Aseguran que el cabo Jay Cicinelli utilizó una pistola Taser cuatro veces en Thomas mientras que el hombre gritaba de dolor y también lo golpeó en la cara ocho veces con la pistola.

Thomas perdió el sentido y fue llevado a un hospital. Fue desconectado de los aparatos que lo mantenían con vida y murió cinco días después.

Ramos, un veterano con 10 años de experiencia en el Departamento de Policía de Fullerton, está acusado de homicidio en segundo grado y homicidio culposo. Cicinelli, que ha trabajado en Fullerton desde 1999, está acusado de homicidio culposo y uso de fuerza excesiva. Ambos se han declarado no culpables.

Los abogados de los agentes oficiales interrogaron a Lekawa sobre si durante el enfrentamiento hubo compresión suficiente para provocar un paro respiratorio y si un paro cardíaco -causado por un esfuerzo extremo- podría haber dejado sin oxígeno al cerebro de Thomas.

El abogado de la defensa Michael Schwartz, que representa a Cicinelli, también preguntó si la resucitación cardiopulmonar, que llevaron a cabo los médicos cuando los latidos de Thomas se detuvieron esa noche, durante un largo período de tiempo puede provocar los problemas que causaron la muerte de Thomas.

Lekawa dijo que suponía que las compresiones de la resucitación cardiopulmonar podrían provocar algunos de los problemas. Pero antes atestiguó que creía que los problemas de Thomas habían comenzado antes, cuando el video mostró que ya no reaccionaba.

El interrogatorio se hizo en el segundo día de la audiencia en una sala de tribunal en Santa Ana y estuvo marcado por varias exhibiciones del borroso video de vigilancia del enfrentamiento, que fue acompañado por el audio de grabadoras digitales que llevaban algunos de los agentes que estaban presentes.

El video, que se mostraba en público por primera vez, muestra a Ramos y a otro agente golpear con los bastones a Thomas, que no usaba camisa, y sujetarlo contra el suelo mientras el hombre suplica que se detengan. Más adelante muestra a Thomas siendo golpeado varias veces con una pistola Taser mientras grita.

“Se nos acabaron las opciones, así que tomé el extremo de mi Taser y yo probablemente… empiezo a pegarle en la cara”, comentó Cicinelli a sus compañeros agentes en la grabación de vigilancia de 33 minutos, según una transcripción proporcionada por fiscales debido a que en partes de la grabación el sonido estaba amortiguado. “Había consumido algo. Porque los tres no pudimos controlarlo”.

Los fiscales dicen que la golpiza del 5 de julio comenzó después de que dos agentes respondieron a denuncias de que un hombre sin hogar estaba mirando hacia el interior de los carros e intentando abrir las puertas en el núcleo de tránsito de Fullerton, donde varios autobuses llegan y salen y los pasajeros estacionan sus carros.

Seis agentes de Fullerton estuvieron implicados en el enfrentamiento, pero solo dos fueron acusados penalmente.