Protestan los catedráticos

Mientras la Junta del sistema de la Universidad Estatal de California (CSU) realiza varias reuniones esta semana para definir –entre otras cosas- si incrementan el salario a los ejecutivos de los 23 campus en un 10%, la Asociación de Catedráticos de California (CFA) realiza protestas y uno de los doce estudiantes en huelga de hambre debió ser hospitalizado.

Entre los catedráticos que ayer salieron del salón de clases a la calle para protestar frente a la oficina del rector Charles Reed en Long Beach, está Shelly Arsneault, profesora de ciencias políticas en Cal State Fullerton. Ella considera un insulto que la Junta esté buscando la forma de incrementar un 10% a ejecutivos que ganan alrededor de 300,000 dólares anuales y que se nieguen a aumentar un 1% a los catedráticos que ganan en promedio unos 70,000 dólares.

“Ellos quieren aumentarse el sueldo, no les importa que no habrá cupo para nuevos estudiantes en la primavera del 2013, no les importa la calidad educativa. Yo creo que se tienen que preguntar a quienes estamos educando, la mayor parte de nuestros alumnos se convierten en policías, enfermeras, maestros, ingenieros civiles. Nosotros educamos a los profesionales productivos de California”, recalcó Arsneault.

La Junta analiza un propuesta de incrementar el salario de fondos provenientes de donaciones privadas, en lugar de utilizar dinero estatal. También, aborda el tema de un posible recorte de 200 millones de dólares ocasionado por el déficit en las arcas estatales.

Por su parte, algunos estudiantes en huelga de hambre también estuvieron en las afueras de la oficina del rector Reed, pero ellos no tenían la energía para protestar como los catedráticos. Ellos se quedaron parados a la orilla del edificio y sólo observan la protesta de los profesores.

Antione Wilson, estudiante de negocios en Cal State Dominguez Hills, lleva siete días sin comer. Se ve cansado, delgado y lento al responder preguntas. Desde que inició la huelga ha bajado 9 libras.

“Es difícil porque tengo que ir a clases y entregar proyectos. Me duele la cabeza y me siento exhausto todo el tiempo”, dijo Wilson, quien teme que el sistema Cal State sea demasiado caro cuando su hermana termine la secundaria.

“Yo estoy preparado para continuar en la huelga de hambre el tiempo que sea necesario”, agregó Wilson.

Raiza Arias, una estudiante de Cal State Northridge de 18 años de edad, tuvo que dejar la huelga después de ser hospitalizada el domingo.

Para Donnie Bessom, estudiante de Cal State Long Beach, la huelga terminará hasta que el rector acepte sus demandas.

Los huelguistas buscan que las autoridades de CSU se comprometan a ya no pagar por el vehículo y por la casa de los presidentes de los 23 campus universitarios, a congelar las colegiaturas, a eliminar las restricciones de libertad de expresión al interior de las universidades, y recortar el salario de los ejecutivos.

Los estudiantes enfrentan un incremento de 500 dólares para el ciclo escolar que inicia en septiembre; mientras que los catedráticos planean una huelga rotativa de dos días para la primera semana de clases.