Fuga de Alcatraz inspira historias cinematográficas

Escapes famosos como el de esta prisión y otras de máxima seguridad han sido llevados a la pantalla grande.

Alcatraz.

Alcatraz. Crédito: Jeff Grace / La Opinión

Los Ángeles (EFE).- Cincuenta años después de la famosa fuga de Alcatraz, su historia con final incierto perdura en la cultura popular convertida en un clásico del cine carcelario, un género para el que muchas veces la realidad ha demostrado ser el mejor guión.

Clint Eastwood se encargó de inmortalizar en “Escape from Alcatraz” (1979) la figura de Frank Morris, un ladrón con largo historial delictivo y gran ingenio que en colaboración con otros dos reclusos puso en marcha un plan para escapar de la isla convertida en prisión y situada en la gélida bahía de San Francisco.

Con ayuda de unas cucharas y meses de trabajo, los presos lograron agrandar los conductos de ventilación lo suficiente para arrastrarse por ellos y llegar hasta una zona de tuberías que les dio acceso al tejado desde donde se las arreglaron para alcanzar la orilla del mar.

Allí montaron una balsa con medio centenar de impermeables y se aventuraron al de Marzo en plena noche del 11 de junio de 1962.

Nunca más se les volvió a ver y el caso sigue aún siendo un misterio para el FBI que hoy dedicó en su página web una galería fotográfica para mostrar los “elaborados e innovadores planes de fuga” de Morris y sus compinches.

Hollywood, una industria reacia a los finales abiertos, optó en “Escape from Alcatraz” por sugerir a los espectadores que los huidos llegaron a buen puerto.

Más claro fue el destino de los 76 soldados británicos y estadounidenses que en marzo de 1944 se esfumaron de la prisión nazi Stalag Luft III, localizada en territorio polaco, a través de un largo túnel subterráneo.

Aquel episodio fue bautizado como “La gran evasión” y llevado a la gran pantalla con un filme del mismo nombre, “The Great Escape” (1963), que protagonizaron Steve McQueen, James Coburn, Charles Bronson y James Garner.

A esa fuga en masa no la faltó drama. La historia llegó a los oídos de Hitler que ordenó que parte de sus tropas se volcaran en su captura. Solamente 3 presos lograron su objetivo, 23 fueron enviados de regreso al campo de reclusión y 50 fueron fusilados.

La Segunda Guerra Mundial también fue el contexto histórico de “The Way Back” (2010), filme basado en la conocida obra “The Long Walk” (1956) del autor polaco Slavomir Rawicz, quien narró su increíble odisea para escapar de un campo de trabajos forzosos soviético en Siberia.

Colin Farrell, Ed Harris y Saoirse Ronan lideraron el reparto de esa adaptación en la que lo difícil no era dejar el gulag sino sobrevivir en la fría estepa hasta llegar a la civilización.

Rawicz aseguró en su relato que caminó con sus compañeros de fuga hasta atravesar Mongolia, cruzar los Himalayas y finalmente entrar en la India.

La dimensión del trayecto puso en duda la verosimilitud de la historia y en 2006 salieron a la luz documentos que respaldaron la tesis de que nunca se fugó y que terminó siendo liberado del gulag.

También se ha cuestionado la autenticidad de los hechos narrados en la célebre película “Papillon” (1973), con Steve McQueen y Dustin Hoffman, basada en el libro autobiográfico de Henri Charrière quien fue condenado a trabajos forzados en las colonias francesas por delitos que, según afirmaba, no había cometido.

Charrière, apodado “Papillon”, encadenó intentos de fuga frustrados hasta que logró su libertad desafiando al océano con una bolsa de cocos como único recurso para romper la barrera de olas de la Isla del Diablo.

Las descripciones inexactas de la Isla del Diablo hechas por Charrière levantaron sospechas sobre la autenticidad de sus memorias.

Ajenas a controversias son las adaptaciones al cine de las fugas del piloto Dieter Dengler y del autor Billy Hayes.

Dengler, encarnado por Christian Bale en “Rescue Dawn” (2006), fue derribado en 1965 sobre Laos durante la Guerra de Vietnam y hecho prisionero en medio de la jungla donde a pesar de la debilidad por la falta de alimentos logró huir en un descuido de los guardias. Dengler pasó varias semanas perdido y al borde de la muerte en la selva hasta que fue rescatado.

La huida de Hayes le valió a Oliver Stone un Óscar al mejor guión por “Midnight Express” (1978), título tomado de la autobiografía de Hayes quien pasó varios años de su vida en una cárcel turca por contrabando de hachís hasta que tras un desafortunado intento de fuga logró hacerse con las ropas de un guarda y evadirse sin llamar la atención.

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