Llegan hoy bien prendidos

Exhibirse en calzoncillos en un lugar público constituye un quebranto a la ley, a menos de que los protagonistas del acto sean dos hombres cuyo trabajo es agarrarse a golpes arriba de un cuadrilátero.

En la explanada central de un enorme centro comercial ubicado en el corazón de Hollywood, y ante la mirada morbosa de más de 500 personas, Víctor Ortiz y Josesito López se despojaron de casi toda su ropa.

El ritual de pasar la prueba de la báscula antes de una pelea de campeonato sirvió para que los promotores de la función de hoy en el Staples Center calentaran el ambiente previo a la pelea.

El inusual pesaje público cumplió su cometido al atraer la atención de hombres y mujeres por igual.

“Yo vengo a ver músculos”, dijo Mónica Fernández.

“¿Ah, sí?, espérate a que salgan las boxeadoras”, dijo en tono de broma el esposo de Mónica, Héctor Fernández, ante el comentario de su pareja.

La explanada y los pasillos de los cuatro pisos que rodean el centro comercial, se encontraban abarrotados de personas ávidas por presenciar un evento íntimo que pocas, muy pocas veces, se hace en un lugar público.

El primero en ser llamado a pisar la báscula fue Josesito, pero en un desplante de franca rebeldía, “Vicious” Ortiz exigió a los organizadores que fuera él quien abriera la sesión.

Los promotores del evento le concedieron el deseo al originario de Ventura, quien con una diminuta trusa negra no tuvo problemas para ajustar las 146 libras.

Con el coraje de haber sido relegado a segundo plano por su rival en turno, López tomó su turno en la báscula en donde celebró sus 145 libras levantando los puños al aire.

Cuando llegó el momento de que los contendientes por el título vacante de peso welter del Consejo Mundial de Boxeo se reunieran en el estrado para tomarse la fotografía de rigor, los ánimos se caldearon entre los contendientes.

Evidentemente López estaba molesto por la conducta de Ortiz y al estar frente a frente, los pugilistas se comenzaron a decir de palabras para después empujarse, mientras mantenían sus cabezas pegadas la una con la otra.

El movimiento agresivo de los boxeadores produjo que la gente presente en el evento comenzara a gritar: “¡fight… fight… fight!”.

Antes de que la situación se saliera de control, el principal promotor de la contienda, Óscar de la Hoya, intervino metiendo su brazo derecho entre ambos pugilistas para mantener la calma.

“Si se van a dar, que se den de una vez”, dijo Elías Sandoval, quien se encontraba recargado en la barrera de contención que los organizadores instalaron alrededor de la explanada.

El comentario de Sandoval provocó la risa de los que se encontraban cerca de él y la mayoría de la gente comenzó a corear: “¡Ortiz, Ortiz, Ortiz!”.

El jueves, López hizo público su descontento con Ortiz al comentar que “Vicious” le faltó al respeto aceptando pelear con Saúl “Canelo” Álvarez en septiembre próximo sin pensar que hoy pudiera ser derrotado.

“Víctor es mucho mejor que Josesito, lejos”, comentó Iván Cazares, un aficionado de 32 años nacido en Mexicali y que ahora radica en Los Ángeles.

“Víctor es mucha pieza”, comentó el empleado de la construcción, quien se acercó al centro comercial para presenciar el pesaje.

La pelea que antecede a la contienda estelar de hoy es la que protagonizará el mexicano Humberto “Zorrita” Soto contra el argentino Lucas Matthysse.

Ambos peleadores también dejaron su piel expuesta a los rayos del sol en medio de una plaza que hervía de emoción y morbosidad.

Soto y Matthysse están programados para un combate pactado a 10 rounds que dirimirá la vacante del título Continental de las Américas de peso ligero del Consejo Mundial de Boxeo.

Tras superar la prueba de la báscula, los boxeadores se retiraron a sus respectivos campamentos no sin antes haber hecho suspirar a una que otra mujer que apreció sus bien formados cuerpos y dejando el ambiente bien caliente para la magna cartelera de hoy en el centro de Los Ángeles.