Cuidado si tienes un adolescente deprimido

Aunque la depresión puede afectarnos a cualquier edad, es necesario poner especial atención cuando se trata de un joven.

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Crédito: Fotolia

Todos experimentamos de vez en cuando momentos de tristeza que suelen ser respuestas normales a sucesos no deseados, a desilusiones o a pérdidas.

La depresión es diferente de una tristeza normal porque dura más, persiste aun cuando pasan cosas buenas, y afecta a más que el estado ánimo: afecta el apetito, el sueño, el nivel de energía, la habilidad de concentrar y realizar las tareas cotidianas, hasta las amistades y las relaciones familiares.

Cuando este estado de ánimo se presenta la mayor parte del tiempo, al menos durante dos semanas, causa sufrimiento emocional y hace difícil llevar a cabo los deberes diarios, lo consideramos una enfermedad.

Todos los adolescentes pueden experimentar cambios de ánimo, pero cuando están deprimidos lo manifiestan a través de enojo, tristeza, irritabilidad o bien, se muestra aburrido la mayor parte del tiempo, además de que deja de disfrutar y hacer aquéllas cosas que antes le entusiasmaban.

Este malestar que les invade también se refleja en el aspecto físico y pueden tener síntomas como trastornos alimentarios, de sueño, dificultades para concentrarse, dolores de cabeza o estómago y cansancio.

Este padecimiento también cambia la manera de pensar; cuando una persona vive con él, el futuro se ve sin esperanza y se percibe a uno mismo como inútil, feo, tonto, sin valor o con culpa. Hasta se llega a pensar en la muerte y a veces con deseos de quitarse la vida.

Los jóvenes con depresión pueden experimentar bajas en su rendimiento escolar hasta incluso la deserción escolar, se aíslan de sus amigos y familiares, y pueden involucrarse en conductas de alto riesgo como tener relaciones sexuales sin protección, o consumir alcohol o drogas.

¿Quiénes pueden ser víctimas?

Los jóvenes con mayor riesgo de padecer una depresión son aquellos que viven situaciones de adversidad o estrés crónico como ser víctima de maltrato, ser testigo de violencia en sus hogares u otro suceso traumático así como aquellos cuyos padres o madres han padecido depresión.

Es importante recalcar que la depresión no es cuestión de voluntad, ellos no tienen control sobre su estado de ánimo.

La buena noticia es que la depresión se puede tratar de manera eficaz y segura con tratamiento psicológico y/o con tratamiento farmacológico.

El tratamiento psicológico lo proporciona un profesional capacitado para dar psicoterapia, y puede ser de forma individual, familiar o grupal, el más recomendado es la terapia cognitivo conductual cuyo objetivo es modificar conductas y emociones por medio del diálogo con el terapeuta.

Generalmente dura entre 6 y 16 semanas. El tratamiento farmacológico consiste en el uso de medicamentos antidepresivos, en el caso de adolescentes deprimidos, son aquellos medicamentos denominados inhibidores de la recaptura de serotonina (el ejemplo más común es la Fluoxetina) y deben de ser administrados por un psiquiatra o por un médico especializado en la salud mental. La efectividad del medicamento se evalúa 4 semanas después de iniciado y debe de tomarse entre 6 y 12 meses después de sentir mejoría. Estos medicamentos no causan adicción.

Lo importante es atender de forma integral a los aspectos psicológicos, biológicos y sociales de la depresión.

Dado que los niños y adolescentes no reconocen en sí mismos la necesidad de atención ni se puede llevarse a sí mismos a buscar servicios, es importante que los padres de familia, los maestros de escuela y los pediatras identifican el problema y que los padres de familia toman medidas para llevarles a tratamiento y seguir las indicaciones propuestas por profesionales de salud.

La detección y tratamiento oportuno de la depresión en jóvenes les puede devolver las esperanzas de una vida plena.

*Especialistas en adolescencia del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente

Colaboración de Fundación Teletón México.

“El principio de la paciencia empieza por uno mismo”.

Bojorge@teleton.org.mx

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