Sociedad católica reparte útiles escolares

Al comenzar un nuevo año escolar, los padres de los estudiantes deben hacer las compras de los útiles escolares que necesitaran sus hijos para la escuela. Es un gasto significativo en una época de crisis económica y mucho más para los padres que envían a sus hijos a escuelas privadas.

Es por ello que la Sociedad de San Vicente de Paul, junto con la Specialty Family Foundation Catholic School Consortium, repartió ayer, en los predios de Los Ángeles River Center and Garden, 48 mochilas con útiles escolares necesarios para el año escolar a niños provenientes de familias católicas de bajos ingresos. El evento se llevó a cabo durante un almuerzo ofrecido a los presentes, a la que asistieron estudiantes de las escuelas escogidas, acompañados de sus padres y personal de sus escuelas.

Úrsula Hyman, vicepresidente y miembro de la junta directiva de la sociedad, se dirigió a los presentes, especialmente a los niños, para enfatizarles lo que ellos necesitan para tener éxito en la vida profesional. “Estudien mucho, escuchen a sus padres y maestros, ayuden a otros en la comunidad y agradezcan siempre a Dios por todo lo que tienen”, dijo.

David Fields, director ejecutivo de la sociedad, destacó que uno de los motivos de la entrega de los materiales escolares es la de motivar a los estudiantes católicos a que salgan bien en sus estudios. Es por ello que lo harán de nuevo el próximo año.

“Estamos haciendo nuestro trabajo para que los estudiantes tengan éxito académicamente y tengan un futuro diferente”, dijo “Siempre le digo a los padres que estos estudiantes serán los lideres del futuro en nuestra sociedad y tenemos que mantenerlos motivados”.

No solo los estudiantes se sintieron felices de recibir los materiales que utilizaran durante el año escolar. Los padres también expresaron su satisfacción por la ayuda recibida a través de las mochilas, ya que para muchos de ellos es difícil enviar a sus hijos a una escuela privada en tiempos de crisis económica.

“Es bastante ayuda para nosotros que somos familias de bajos recursos ye estamos muy contentos con el apoyo que le ha dado la escuela a mi hija”, dijo Esmeralda Rodríguez, cuya hija Lesley, de siete años, estudia segundo grado en la Escuela St. Columbkille. “Es difícil para mi pero yo trato de hacer mi mejor esfuerzo para darle lo mejor a ella”.