Poco a poco

La historia de las inversiones lo dice: con paciencia, persistencia y conocimiento los “pedacitos” de compañías que compres en la Bolsa mediante acciones o fondos mutuos te llevarán, al final del camino, a recuperar tus inversiones con ganancias multiplicadas.

A través de las acciones que poseas de esa empresa podrás compartir sus ganancias y acompañarla en su carrera al éxito… y también a veces al fracaso si no calculas bien donde metes las narices.

Igual que muchos inversionistas, hasta las empresas más grandes comenzaron en pequeño. Digamos que una vecina tuya empieza a cocinar sabrosas empanadas. Poco a poco las empanaditas se hacen tan populares que llega el momento en el que a tu vecina le convendrá extenderse por el país. Luego tiene empleados, una pequeña fábrica, almacén y camioncitos de distribución. Pero como para extenderse se necesita más dinero, tu vecina les ofrece a sus amigos una participación en su prometedor negocio a cambio de dinero. Esa participación es lo que se llama una acción bursátil.

Cuando una empresa hace eso por primera vez, realiza una Oferta Pública Inicial (IPO) en la Bolsa de Valores -muchas veces se trata de un buen momento para invertir en una empresa-. Si cuando tu vecina hizo eso tú le compraste algunas acciones y ayudaste a expandir su negocio te convertiste, en cierta forma, también en dueño/a. La diversificación del negocio hará que aumenten sus ventas y que llegue más dinero a la empresa y, por extensión, a ti y a las personas que dieron dinero a cambios de participaciones.

Al inicio de hacer su oferta pública, tu vecina cobró $5 por cada acción que le compraste. Pero ahora que la empresa es famosa, se ha expandido y tiene más ganancias, las cobra a $15, y toditas se venden. Quiere decir, que tú y los primeros inversores ahora poseen acciones que valen $15…y por las cuales solo pagaron $5.

Si quieres aprovechar la buena racha y vender tus acciones por $15 -el triple de lo que pagaste-, o comprar más acciones (porque sabes que, aunque ahora valen $15, van a subir mucho más muy pronto), tendrás que acudir a un agente o corredor de Bolsa, quien se encarga de llevar a cabo la transacción a tu nombre a cambio de una comisión. El corredor y su agencia están en contacto continuo con las dos Bolsas de Valores básicas donde los inversionistas hacen sus transacciones: el New York Stock Exchange (NYSE) y el American Stock Exchange. No menos importante es el NASDAQ, un mercado de intercambio de acciones que funciona solo a través de computadoras.

En esos sitios es donde se realiza la parte más fascinante del proceso del mercado de acciones: encontrar a alguien que quiere comprar o vender precisamente las acciones que un inversionista está vendiendo o comprando al precio del mercado. Allí es donde otra persona o compañía -que tú no sabes quién es- te dará $15 por cada acción que quieras vender de la fábrica de empanadas, o donde te las venderán a ese precio, si quieres más. Es un proceso continuo de “toma lo mío y dame lo tuyo”, donde el que compra y el que vende casi siempre salen ganando.

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julie stav
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