Su propio negocio: importancia de establecer metas

Seguimos con el tema de lo crucial que resulta el establecer metas: En las últimas semanas en esta columna se ha comparado la fundación de un negocio, sea empresa familiar, negocio propio o sociedad anónima, con la construcción de una casa. La comparación nos sirve para hacer hincapié en la idea de que para tener éxito, un negocio no se empieza caprichosamente ni a la carrera, sino a base de mucha reflexión y planificación.La semana pasada señalamos la importancia de estar motivado para trabajar por su cuenta, que no es una labor para gente tímida. Pero además de estar motivado, es necesario saber qué quiere lograr con su empresa. ¿Quiere usted ser millonario dentro de diez años?, ¿Quiere jubilarse a los cincuenta años?, ¿quiere vivir en las zonas más exclusivas de la ciudad?, o simplemente ¿quiere dar mejor calidad de vida a su mujer e hijos? Antes de construir una casa, es necesario decidir cuántos dormitorios va a tener; dónde se va a situar el garaje y de que va a ser el piso. De igual manera, mucho antes de empezar a funcionar, el propietario de un negocio tiene que decidir cuál es su meta. Si tiene dificultades en establecer metas para su negocio, no se preocupe. Divida la labor en tres partes. Primero, pregúntese cuáles son sus metas personales: tiene que contestar preguntas como cuanto dinero quiere ganar y cuantas horas quiere trabajar al día.

Segundo, hay que planear qué papel va a tener su familia en la nueva empresa. Si no tiene familia, problema resuelto. Pero si usted es como la mayoría de las personas, tarde o temprano la familia va a entrar en el panorama y entonces habrá que decidir cuestiones como, si se va a trabajar en casa o a viajar, y si su cónyuge o sus hijos van a participar. Este punto es importante porque sin el apoyo de la familia es muy posible que su nuevo negocio fracase.

Tercero, que no se olvide de lo espiritual. Hay que apuntar hacia lo que le hace feliz. Para algunas personas, ser feliz es tener un plato de sopa caliente al final del día y un lugar seco donde dormir. Pero para otros la felicidad se encuentra en mejorar la vida de los menos afortunados y así cambiar el mundo. A pesar de que los que estudian business en la universidad tienden a ignorar este aspecto de establecer metas, en la humilde opinión de este columnista eso el más importante que se debe hacer.

El humorista inglés Oscar Wilde escribió que la experiencia es el nombre que les damos a nuestros errores. Acuérdese que las metas van cambiando de acuerdo con las experiencias que tenemos en la vida. A lo mejor después de cinco años cambien totalmente las metas que usted estableció al empezar su negocio.

Una meta en la formación de un negocio no es cosa estática, sino flexible, que cambia según las necesidades del comercio. Lo malo es no tener ninguna.

En el próximo artículo se desglosarán los elementos que debe tener un buen “plan de negoicos”.

El autor es abogado y ejerce en Los Ángeles: mb@brennerlex.com.

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