El voto provisional, un desastre en potencia

Expertos advierten que si la elección es muy cerrada, EE.UU. podría atravesar otra crisis electoral como la de Florida en 2000

Los reporteros Eliot Kleinberg del 'Palm Beach Post' y Andy Crain del 'Sarasota Herald-Tribune' durante el recuento de votos en Fort Lauderdale, Fla. en 2000.

Los reporteros Eliot Kleinberg del 'Palm Beach Post' y Andy Crain del 'Sarasota Herald-Tribune' durante el recuento de votos en Fort Lauderdale, Fla. en 2000. Crédito: AP / Marta Lavandier

WASHINGTON — Puede que las elecciones sean el 6 de noviembre, pero si la carrera por la presidencia es demasiado cerrada podrían pasar días para determinar quién fue el ganador. Es muy probable que las nuevas leyes que regulan el proceso electoral resulten en una mayor cantidad de electores participando con su voto en estados clave.

Las carreras cerradas por el Congreso, gobiernos estatales y puestos locales podrían también quedar en el limbo mientras los funcionarios electorales revisan cuidadosamente las boletas, un escenario que muy probablemente atraerá a docenas de abogados de ambas campañas.

“Es muy probable que haya un desbarajuste total en esta elección”, dijo Daniel Smith, un especialista en Ciencias Políticas de la Universidad de Florida.

Los votantes depositan votos provisionales por varias razones: No tienen la identificación adecuada cuando llegan a las urnas; se olvidaron de actualizar su información después de mudarse a otro domicilio; votan en el lugar que no les corresponde o simplemente su derecho al voto es puesto en entredicho por alguien más.

Estos votantes podrían hacer valer su voto, pero solamente si los funcionarios electorales pueden verificar que son efectivamente elegibles para votar, un proceso que puede demorar días o incluso semanas. Y por si todo esto fuera poco: muchos estados ni siquiera sabrán cuántas boletas provisionales han sido depositadas sino hasta el día de las elecciones, el 6 de noviembre.

Los votantes en EE.UU. depositaron unos 2.1 millones de votos provisionales en la elección presidencial de 2008. Un 69 por ciento fueron contados al final, según cifras de las elecciones obtenidas por The Associated Press.

Las nuevas leyes electorales en Estados competitivos como Virginia, Florida, Pennsylvania y Wisconsin seguramente provocarán que aumente el número de votos provisionales en esos estados este año, según expertos electorales, aunque las nuevas leyes en Pennsylvania y Wisconsin están siendo debatidas en un tribunal.

Otras leyes nuevas en estados con Kansas, Mississippi, Carolina del Sur y Tennessee podrían también afectar las elecciones estatales o locales, aunque algunas de estas leyes también están siendo retadas en los tribunales.

Las boletas provisionales no reciben mucha atención cuando la carrera tiene un margen amplio entre un partido y el otro. Pero ¿qué ocurre cuando la carrera es tan cerrada, como lo sugieren algunas encuestasrecientes entre Barack Obama y Mitt Romney?

Muchos de los dolores de cabeza actuales se remontan a Florida en el 2000, cuando los resultados de las boletas en ese estado y, por ende, el ganador de la elección presidencial no se dio a conocer sino hasta semanas después del día de las elecciones. Las dudas sobre irregularidades y la validez de muchos votos precedieron la eventual declaración de George W. Bush como el candidato que ganó el Estado con 537 votos y, por ende, se convirtió en el siguiente presidente.

“En una elección cerrada, todas las miradas estarán en las boletas provisionales, y los mismos problemas que se experimentaron con las boletas infladas y defectuosas que se dieron en el 2000”, dijo Smith. “Es un caos en potencia”.

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