quiÉn gana y quiÉn pierde
Las diferencias básicas están en migración y salud
WASHINGTON, D.C. Los dos prometen llevar al país por el camino correcto. Los dos le han dicho a los hispanos que lucharán hasta el final para mejorar su bienestar económico, educacional y laboral. Pero ¿qué destino le depara la comunidad en un gobierno de Mitt Romney o de Barack Obama?
Algunas encuestas ponen al candidato republicano en la delantera, otras indican que los demócratas se mantendrán otros cuatro años en la Casa Blanca. Con un escenario electoral tan difuso, los latinos indecisos son los protagonistas y los temas claves para este segmento, según las encuestas, son trabajo, educación, salud e inmigración.
En su programa de gobierno, Romney ha prometido 12 millones de nuevos empleos, pero no ha detallado exactamente en qué industrias se generarían las mayores ganancias y cómo.
El Servicio de Investigación del Congreso (CRS) estimó que si la economía continúa su curso actual, se crearán 9.06 millones de trabajos entre 2013 y 2017.
Obama por su parte, ha hablado de 600,000 nuevos puestos en la industria del gas natural, 1 millón en manufactura y otro en mejorar la infraestructura nacional, con el dinero que se ahorraría por el repliegue de la guerra en Afganistán.
“Sea quien sea el ganador, tendrá que lidiar con un Congreso dividido. Las encuestas señalan que la Cámara permanecerá republicana y el Senado será demócrata. Lo más importante es que la economía crezca. Un Presidente Romney haría algo distinto que los últimos cuatro años”, explicó Israel Ortega, analista de la conservadora Fundación Heritage.
“El Presidente Obama ha demorado en la creación de empleo y hay trabajos en el sector energético que se podrían crear inmediatamente, si hablamos del oleoducto con Canadá. Para mí es un ejemplo de que si Romney fuera Presidente, realizaría un giro”, agregó.
Pero precisamente son los cambios que implementaría el candidato republicano, lo que más preocupa a ciertos líderes latinos.
“Si se balancea el presupuesto recortando programas y no incrementando las contribuciones de impuestos, entonces ¿cuáles serán afectados? porque muchos de ellos son necesarios para crear el camino a la clase media en nuestra comunidad. ¿Sobre espaldas de quién se basará el presupuesto?”, se preguntó Clarissa Martínez, directora de campañas y participación pública del Fondo de Acción para el Consejo Nacional de la Raza.
En cuanto a inmigración, el Presidente Barack Obama ha reiterado en varias oportunidades que desea concretar una reforma migratoria integral e incluso, ayer, fue más lejos y dijo en una entrevista, que impulsará la ley en 2013. Romney por su parte, ha realizado declaraciones conflictivas. Dijo que vetaría el Dream Act y habló de la autodeportación de indocumentados. Asimismo, ha insistido en un cambio en el sistema migratorio legal.
“Ambos candidatos están diciendo que perseguirán una solución al tema migratorio, pero creo que la duda en la mente de los latinos, es qué significa eso en una presidencia de Romney”, dijo Martínez.
“Si una reforma migratoria sigue sin avanzar, no está claro si alguno de los dos usará sus poderes administrativos para aliviar los efectos destructivos que la falta de acción está causando”, comentó.
Ortega por su parte, no parece optimista en torno a los logros de ninguno de los candidatos en esta área. “Si tenemos una reforma, será una de mucho menor envergadura que lo que vimos en 2006. Será muy específica, quizás concentrada en los Dreamers o cambios en el sistema de inmigración legal”.
En cuanto a salud, Obama ha hablado de seguir adelante con la implementación de la reforma sanitaria, la que entrará en vigor en 2014. Romney, en cambio, ha sido enfático en que realizará todos los esfuerzos posibles para anular “Obamacare” y reemplazarlo por diversos cambios al sistema de salud.
En concreto, la reforma sanitaria dará acceso a seguro médico a 9 millones de hispanos que actualmente no cuentan con cobertura. Finalmente, Medicare es una de las áreas en que Obama y Romney tienen una diferencia más marcada.
El candidato republicano favorece el sistema de cupones propuesto por su compañero de fórmula Paul Ryan, mientras Obama se opone a cambiar la base del programa. En 2010, Medicare albergó a 47.2 millones de personas. Según cifras de Kaiser Family Foundation, 8% de los inscritos son hispanos.