Más secuelas del caso Lance
Contador dice que no sorprendió; Johnson cree que será perdonado
BUENOS AIRES (EFE). El español Alberto Contador, que hoy comienza a disputar el Tour de San Luis, en Argentina, declaró ayer que la entrevista en la que estadounidense Lance Armstrong confesó haberse dopado “no pilló por sorpresa a nadie”, y agregó que “es duro para la imagen del ciclismo”.
“Ya se ha hablado mucho de esa entrevista, pero lo que dijo no pilló por sorpresa a nadie”, señaló Contador durante una rueda de prensa la víspera del comienzo del Tour de San Luis, en Argentina.
“Es duro para la imagen del ciclismo, pero me quedo con lo que puede ser bueno, tal vez así podremos cerrar este capítulo de esa década y centrarnos en el presente y el futuro de este bonito deporte”.
En Londres, el exatleta canadiense Ben Johnson, sancionado en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 por consumir esteroides, afirmó una radio británica que Armstrong volverá a ganarse el favor del público tras admitir haberse dopado para ganar siete veces el Tour de Francia.
“El público americano le acabará perdonando”, sostuvo Johnson, de 41 años, que ganó el oro en los 100 metros lisos en los Juegos Olímpicos de Seúl y vio cómo le retiraban la medalla tres días después al dar positivo en el control de dopaje.
Esta semana, Armstrong reconoció en una entrevista que concedió a la periodista estadounidense Oprah Winfrey que consumió sustancias prohibidas y sufrió transfusiones de sangre durante su carrera como ciclista profesional.
La Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA), había hecho público un informe el pasado octubre en el que acusaba al US Postal, antiguo equipo de Amstrong, de haber organizado el “más sofisticado, profesionalizado y exitoso programa de dopaje que se ha visto el deporte”.
“No creo que le vaya a costar ganarse la vida. Espero que pueda seguir adelante y hacer cosas positivas. Si puede encontrar el modo de ganarse la vida, estará bien”, consideró Johnson.
El exvelocista, que paró el crono en 9.79 segundos en los 100 metros de Seúl, reapareció en las pistas en 1991, pero volvió a ser sancionado por dopaje, esta vez a perpetuidad, en 1993.
Johnson consideró que el público juzgará a Armstrong “de manera diferente” que a él, “debido a lo que hizo por la humanidad y su lucha contra el cáncer”, puntualizó.