Hugo Chávez, figura enorme y controversial
El presidente venezolano, quien murió hoy a la edad de 58 años en el Hospital Militar de Caracas, gobernó Venezuela desde Febrero de 1999
Talentoso y carismático, Hugo Rafael Chávez Frías pudo haber sido un gran beisbolista, deporte que era su principal pasión en la niñez y adolescencia, pero optó sin embargo por un camino que lo llevó a convertirse en la figura política más importante y controversial de América Latina en los últimos 20 años.
Chávez, quien murió hoy a la edad de 58 años en el Hospital Militar de Caracas, gobernó a la Venezuela desde febrero de 1999 cuando fue elegido por primera vez, reelecto bajo una nueva constitución en julio de 2000, ratificado en un referendo revocatorio en agosto de 2004, reelecto de nuevo en diciembre de 2006 y otra vez en octubre de 2012.
Chávez, una versión moderna del Libertador Simón Bolívar
Sus partidarios lo idolatraron como un líder y casi un Dios, o al menos, una versión moderna del Libertador Simón Bolívar, cuyo cadáver mandó a exhumar en 2010 para investigar si, en vez de morir de tuberculosis en 1830, como cuentan los libros de historia, había sido envenenado. Una tesis del presidente Chávez que no pudo ser confirmada tras los análisis, pero sí se convirtió en un espectáculo que mantuvo en vilo al país ante la curiosidad sobre los restos del mítico Libertador venezolano de cinco países sudamericanos.
>Bolívar, sin embargo, fue un personaje crucial en el desarrollo de la figura de Chávez, quien al entrar a la academia militar de las Fuerzas Armadas venezolanas en 1974, formó junto a otros jóvenes oficiales, críticos del sistema político venezolano corrupto y poco atento a la creciente pobreza, un grupo secreto denominado “MBR200” o “Movimiento Bolivariano”.
Desde entonces, Chávez no se separó más de la sombra de Bolívar, desde cambiar el nombre del país a República Bolivariana de Venezuela, en la reforma constitucional de 1999 aprobada en elecciones de alto abstencionismo, hasta blandir la espada del Libertador en más de un evento público y darle a su proyecto revolucionario el nombre de “Revolución Bolivariana”.
¿Quién ocupará ahora su puesto como líder del grupo de presidentes latinoamericanos de izquierda radical?
Chávez deja un vacío que difícilmente podrá llenar otro líder del grupo de presidentes latinoamericanos de izquierda radical, como Evo Morales de Bolivia o Rafael Correa de Ecuador, cuyo alcance regional y carisma personal son mucho menores que el del líder venezolano. También es difícil imaginar que otro líder de su partido o movimiento revolucionario pueda llenar el espacio personal y la capacidad comunicacional de Chávez. Ninguno de ellos tiene en sus manos tampoco, la riqueza petrolera de Venezuela, que le da al presidente venezolano un poder extraordinario.
Hugo Chávez, nacido en 1954 en Sabaneta, un pueblo del estado Barinas en los llanos venezolanos, fue hijo de maestros y, según sus biógrafos, desde su juventud era el alma de las fiestas y el centro de la atención de su entorno social. La historia pudo haber sido diferente si en vez de entrar a la carrera militar a los 20 años, hubiera seguido el camino del beisbol profesional o continuado una carrera universitaria como civil.
Golpe de estado de 1992
Venezuela en pleno conoció a Hugo Rafael Chávez frías en Febrero de 1992 cuando junto a otros jóvenes oficiales, críticos del sistema político venezolano, llevaron a cabo un intento de golpe de estado contra el segundo gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez, del Partido Acción Democrática, un mandato debilitado por crisis económicas, corrupción y el levantamiento del pueblo denominado “El Caracazo” el 27 de Febrero de 1989, en respuesta a la imposición de medidas de austeridad dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El golpe del 4 de Febrero de 1992 fue liderado por Chávez y otros jóvenes militares del grupo bolivariano con la intención de derrocar al gobierno de Pérez e imponer un nuevo proyecto “bolivariano” que teóricamente buscaba más justicia social y menos corrupción. No obstante Chávez se rindió al día siguiente de lanzado el golpe y apareció en televisión para pedir a sus compañeros en otros puntos del país que dejaran las armas, sorprendiéndolos. No fue una victoria militar, pero sí de relaciones públicas.
Ese joven militar de boina roja que nadie conocía habló a los micrófonos de la prensa con total control de su mensaje y anunció que asumía la responsabilidad del “levantamiento bolivariano” aparte de reconocer que los objetivos del mismo no se habían cumplido. Pero sólo “por ahora”, dijo. Su discurso de ese día es, según los observadores, el momento en el que Chávez se convirtió en un fenómeno mediático y comenzó su carrera política.
Chávez fue a la cárcel
Chávez fue directo a la cárcel, donde pasó los próximos 2 años de su vida pero generó una discusión sobre el estado del país, liderada por un discurso del ex presidente Rafael Caldera, fundador del partido social cristiano COPEI al día siguiente de la rebelión, preludio de sucesos que siguieron y llevaron al Congreso a remover a Pérez de la presidencia en mayo de 1993, acusado de corrupción. Caldera fue electo presidente en 1994 y posteriormente le dio amnistía a Chávez por un acuerdo con partidos de izquierda a cambio de su apoyo. Chávez salió de la cárcel como un nuevo líder, dispuesto a buscar el poder por las vías democráticas –aconsejado por líderes de la izquierda tradicional como Luis Miquilena- y de inmediato lanzó su campaña a la presidencia, que ganó arrasadoramente en 1998.
La elección de Chávez significó la destrucción del gobierno alternado de dos partidos: Acción Democrática y Copei, que gobernaron Venezuela ininterrumpidamente desde 1959 hasta 1994. Ambos partidos estaban desprestigiados porque en 35 años de democracia y con las mayores reservas petroleras convencionales del hemisferio occidental, no habían sido capaces de atender la creciente pobreza y desigualdad del país, ni detener la corrupción.
Ganó las elecciones de Venezuela
Chávez, quien hasta hace poco estaba preso por golpista, se lanzó en una campaña por la presidencia en 1998, apoyado por prácticamente todos los medios de comunicación de Venezuela, cautivados por el joven y ahora ex militar de verbo fácil que prometía cambios. En ese momento Venezuela vivía una grave crisis económica producto de la baja en los precios del petróleo y las grandes divisiones económicas y sociales del país. Su triunfo fue arrollador y fue instaurado como presidente el 2 de Febrero de 1999, casi exactamente 7 años después de haber pronunciado aquel “por ahora”.
De inmediato, Chávez comenzó a labrar su camino hacia el poder completamente centralizado en manos del presidente y su partido. Venezuela siempre tuvo un gobierno presidencialista, donde los presidentes gobernaban más por decreto que por consenso, pero Chávez buscó consolidar todos los poderes por la vía de poderes especiales y nombra a una asamblea constituyente que redacta una nueva Constitución y declara estado de emergencia, disolviendo todos los demás órganos del estado: el parlamento y el sistema judicial. En diciembre se vota la nueva constitución que otorgaba más poderes al presidente, daba derechos a los pueblos indígenas y crea el referendo revocatorio para destituir a cargos electos.
Creó programas sociales
Chávez comienza a crear programas sociales y a ampliar el dispendio de fondos públicos hacia las clases populares en forma de programas de bienestar social, así como el establecimiento de mercados populares y otras formas de ayuda a la clase más pobre del país. Cuando Chávez tomó posesión por primera vez había menos de 400,000 personas recibiendo pensiones y ayudas del estado. Con los años, el número de pensionados alcanzó los 2.5 millones, un aumento del 600%. Sólo en 2012, año electoral, Chávez creó dos programas más que añadieron 800,000 personas a las listas. Las “misiones” son programas del gobierno que se iniciaron en 2003 para proveer asistencia médica básica, alimentos subsidiados y educación. Se crearon cooperativas y se otorgaron créditos, pero el resultado de estas fue mixto, puesto que en muchos casos no se enseñó cómo llevar un negocio o crear trabajos y buena parte de la actividad económica era generada por el gobierno y su renta petrolera.
La pobreza disminuyó en su mandato
Aún así, en este rubro Chávez tuvo resultados positivos, disminuyendo la pobreza extrema en Venezuela y redistribuyendo la riqueza del país. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) la tasa de pobreza extrema en Venezuela es de 27.8% (cifras de enero 2012), una disminución importante respecto al casi 50% que era en 1999.
Una de las principales razones ha sido el aumento del precio del petróleo y la mayor distribución de las rentas por medio de programas sociales pero en general la región latinoamericana experimentó una década de crecimiento económico. No obstante, la alta inflación en Venezuela ha dado al traste en los últimos años con algunos de estos avances. Venezuela experimenta inflación de doble dígitos desde hace varios años.
Mientras Chávez invirtió parte de la renta petrolera en los pobres, también fue endureciendo su retórica, su control de los medios y su ataque contra las “elites” (que a su forma de ver incluyen a toda la oposición, aunque no sea adinerada) y el “imperialismo yanqui”. El Presidente Venezolano tomó el batón de la retórica anti Estados Unidos que era común en boca de Fidel Castro, el mandatario cubano. También comenzó a emular instituciones de la revolución cubana y a acercarse cada vez más a sus líderes, con los que estableció una relación intensa y de intercambio de petróleo por médicos y otros profesionales para los que Cuba no tenía trabajo. Todo el mundo recuerda el famoso discurso de Chávez ante la 61 asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York en septiembre de 2006 en el que declaró “huele a azufre”, indicando que George W. Bush era “el demonio”.
No obstante, y aunque las relaciones con Estados Unidos tuvieron sus altibajos –en 2008 Venezuela expulsó al embajador estadounidense y retiró al embajador venezolano de Washington- Chávez nunca dio el paso que realmente podía demostrar una ruptura real con el “imperialismo yanqui”: la suspensión de la venta de entre 1.5 millones y 900,000 (ha bajado en años recientes) de barriles de petróleo crudo diarios al país del norte. Un petróleo pesado que no podía ser venido a otros países ya que requería ser procesado en las refinerías estadounidenses. De manera irónica, la revolución dependía de ese ingreso y Estados Unidos es el comprador número uno de crudo venezolano.
Apoyo a la economía de Cuba
Chávez también se consolidó como líder latinoamericano apoyando la economía de Cuba, por su impulso de los gobiernos de izquierda en Ecuador, Bolivia y Argentina y con la iniciativa por medio de la cual se creó el ALBA, la Alianza Bolivariana para América, una organización de países de América Latina y el Caribe que pretende el apoyo e intercambio económico en la región.
A pesar de estas iniciativas, consideradas por muchos positivas, el gobierno de Hugo Chávez polarizó cada vez más a la sociedad venezolana por su retórica extrema (“socialismo o muerte”), la expropiación de propiedad privada y la lucha verbal constante contra la empresa privada y los medios de comunicación, que de apoyar a Chávez inicialmente, rápidamente se volvieron en su contra. El gobierno de Chávez sobrevivió un golpe de estado el 11 de Abril del 2002 impulsado por el sector privado, la élite del país y con probable apoyo estadounidense. Pocos meses después sobrevivió también a una huelga petrolera de proporciones bíblicas que puso en vilo al país y en 2004 también ganó un referendo revocatorio. Todos estos incidentes no hicieron más que radicalizar al ex comandante, quien acentuó sus ataques a la prensa y su control férreo del gobierno. Chávez también invirtió mucho esfuerzo y recursos en crear medios de comunicación afectos al gobierno y atacar y amenazar públicamente a periodistas, incluso a aquellos afectos a la revolución, que osaran salirse del redil haciendo alguna crítica a su administración.
La única derrota electoral de Chávez ocurrió en 2007, tras hacer una intensa campaña por reformas a la constitución que incluían su reelección sin límites. Perdió por un margen pequeño de votos y aunque aceptó la derrota, repitió su mítico “por ahora”. La imagen de invencibilidad, sin embargo, comenzó a resquebrajarse en tanto que la oposición se iba organizando y solidificando. En 2010, el partido de Chávez ganó de nuevo la mayoría en las elecciones de la Asamblea nacional pero la oposición ganó, por primera vez, un 40% de los puestos.
El cáncer empezó en el 2011
En Junio de 2011, Chávez habla por primera vez de su diagnóstico de cáncer, para el que había ido a operarse a Cuba en el mayor de los secretos, aunque sin dar muchos detalles del tipo de cáncer o de la prognosis. A principios del 2012 se declara libre de la enfermedad y comienza a hacer campaña para las elecciones de Octubre de ese año, creando nuevos programas sociales y construyendo y repartiendo viviendas populares, así como realizando una intensa campaña propagandística por medio de su poderosa red de medios de comunicación.
Por primera vez, la oposición logra generar un candidato de consenso por medio de unas primarias en las que compitieron y debatieron por televisión un número de candidatos, emergiendo como el elegido Henrique Capriles Radonski, gobernador del estado Miranda. Capriles realizó una intensa campaña con visos social demócratas y su candidatura cobra popularidad. Pero a pesar de recibir el mayor margen de un candidato de oposición, perdió ante Chávez en octubre por 11 puntos porcentuales. En diciembre 2012 Chávez anunció la reaparición del cáncer y regresa a Cuba a operarse, hablando por primera vez de elegir a un sucesor y señalando como su elegido al vicepresidente Nicolás Maduro.
Capriles se reeligió en Diciembre a la gubernatura de Miranda y probablemente sea el candidato favorito a competir –incluso lleva ventaja en las encuestas- en eventuales elecciones contra cualquiera de los posibles líderes del chavismo que compitan en elecciones para elegir al nuevo presidente.
La desaparición de Chávez deja muchas incertidumbres en Venezuela y en América Latina, especialmente el futuro del ALBA y la situación cubana. Pero la sombra del hombre de Sabaneta, Hugo Rafael Chavez Frías, quedará sobre la región durante muchos años.