Madres de donantes salen a reclutar

Se concentran en promover la generosidad, sobre todo en abril, el Mes Nacional de la Donación de Vida

Reyna Bonill, en el consulado salvadoreño.

Reyna Bonill, en el consulado salvadoreño. Crédito: <copyrite>La Opinión - </copyrite><person> Ciro Cesar< / person>

Reina Bonill había tenido la intención de convertirse en donante de órganos pero siempre se le olvidaba hacerlo cuando renovaba su licencia de conducir. Es por ello que aprovechó la oportunidad de hacerlo hace unos días, mientras se encontraba en el Consulado General de El Salvador en Los Ángeles.

“Uno se muere y tiene sus órganos buenos (pero) hay gente que los necesita”, dijo Bonill, quien fue testigo de la situación de un amigo, cuyo pequeño hijo necesitó un trasplante de hígado y lo obtuvo a través de un donante. “Si algún día faltamos y podemos hacer algo bueno, ¿Por qué no donarlos?”, añadió.

Cada semana voluntarios de Done Vida California —entre los que se cuentan familiares de donantes y receptores de órganos— acuden a los consulados mexicano y centroamericanos de Los Ángeles para informar y crear conciencia entre la población latina sobre la necesidad de donar órganos, especialmente en el mes de abril, considerado como el Mes de Nacional de Donación de Vida.

“Salvar vidas es algo hermoso y, cuando un (receptor) llega a un donante, es emocionante”, dijo Elsa Arana, quien visita el Consulado de El Salvador cada miércoles y una vez al mes los de Nicaragua, México y Guatemala. Arana perdió a su hijo Marco hace seis años en un accidente de tránsito y decidió donar sus órganos pero también se abocó a convencer a otros de que pueden salvar vidas después de su muerte; ha tenido la suerte de conocer a algunas de las personas que recibieron los órganos de su hijo.

Cecilia Vega, de origen mexicano, acompaña algunas veces a Arana en las visitas a los consulados, ya que ella también fue testigo de la generosidad de su hija, Maribel González, quien se hizo donante cuando obtuvo su licencia de conducir. “Estoy feliz y orgullosa de que ella haya hecho eso”, dijo Vega, señalando que la muerte de un hijo es algo difícil de superar. Subrayó que en eso le ha beneficiado informar a otros, “convenciéndolos de que se inscriban, que estén dispuestos a ayudar porque una nunca sabe”.

De acuerdo con Elena de la Cruz, portavoz de Done Vida California —organización encargada de inscribir donantes—, en el área de Los Ángeles y seis condados vecinos hay 120 personas en la lista de espera por un trasplante de corazón, un poco más de mil esperando un hígado y más de seis mil a la espera de un riñón.

Casi el 47% de la población de esa área —alrededor de 19 millones de personas— es de origen latino.

“No cubrimos un área muy grande pero numéricamente, en cuanto a población, somos los que más población sirve”, añadió de la Cruz, señalando que el área de servicio incluye 12 centros de trasplantes. De la Cruz también destacó que la cifra de donantes inscritos en California ya ha alcanzado los 10 millones.

Los voluntarios de Done Vida no solo han inscrito a personas visitantes de los consulados sino también a miembros del personal de los mismos. “Se la importancia de eso en estos tiempos y va creciendo el número de personas que se ven beneficiadas. Podemos salvar bastantes vidas, tomándonos el tiempo de hacer esto”, dijo el vice cónsul de pasaportes del Consulado General de El Salvador, Jorge Martínez, mientras se inscribía ayer en el registro. Martínez destacó que los voluntarios de Done Vida clarifican todas las dudas que el posible donante podría tener debido a la extensión y lo delicado del tema.

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