Expulsan una agencia de EU

Evo Morales acusa a la USAID de conspirar contra su Gobierno

El presidente de Bolivia, Evo Morales (c), hablaba ayer,  durante un acto con motivo de la celebración del Primero de Mayo, en La Paz.

El presidente de Bolivia, Evo Morales (c), hablaba ayer, durante un acto con motivo de la celebración del Primero de Mayo, en La Paz. Crédito: EFE

LA PAZ, Bolivia.— El presidente Evo Morales anunció ayer miércoles la expulsión de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), a la que acusó de conspirar contra su Gobierno, cuatro años después de haber echado al embajador de ese país y a la agencia antidroga DEA por las mismas razones.

“Hemos decidido expulsar a USAID de Bolivia, se va USAID, pido al hermano canciller [David Choquehuanca] comunicar inmediatamente a la embajada de Estados Unidos”, dijo el mandatario ayer miércoles ante centenares de sus partidarios que celebraron el Día del Trabajo en la plaza mayor frente a la casa de Gobierno.

“Así nos vamos hacer respetar de ese instrumento [Estados Unidos] que todavía tiene una mentalidad de dominación y sometimiento… como una protesta frente al mensaje del canciller de Estados Unidos [el secretario de Estado John Kerry] que dice que Latinoamérica es el patio trasero de Estados Unidos. Lamentamos y condenamos”, acotó.

El Gobierno de Morales advirtió en varias ocasiones con expulsar a USAID a la que acusó de financiar a organizaciones que se oponen a sus políticas, entre ellas a algunos pueblos indígenas de la amazonia que rechazan una carretera que el mandatario proyecta construir por medio del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) una rica reserva natural en el centro del país.

Morales expulsó al embajador estadounidense Philip Goldberg por confabulación con los opositores en septiembre de 2008 y dos meses después a la agencia antidroga de ese país, DEA, por supuesto espionaje. Washington negó las acusaciones y en reciprocidad hizo lo propio con el representante boliviano y canceló unas preferencias que permitían a industriales bolivianos exportar sin aranceles a Estados Unidos textiles y otras manufacturas.

Desde entonces las relaciones entre La Paz y Washington no han podido normalizarse a pesar de la firma de un nuevo acuerdo marco en el que los dos países se comprometen a conducir sus relaciones basado en el respeto mutuo.

En Washington, el portavoz del Departamento de Estado Patrick Ventrell lamentó la decisión pero culpó al Gobierno boliviano de no cooperar. “Negamos las acusaciones sin fundamento hechas por el Gobierno boliviano. USAID ayudó a mejorar la vida de los bolivianos. El Gobierno de Estados Unidos ha trabajado en los últimos cinco años para establecer una relación basada en el respeto mutuo… esta acción [xpulsión de USAID] es una demostración de que el Gobierno boliviano no está interesado en esa visión”, dijo.

Ventrell rechazó las críticas de Morales a Kerry en alusión al calificativo de “patio trasero.” “Se trata de que somos vecimos y amigos”, dijo.

Para la profesora universitaria Jimena Costa, Morales trata de “recuperar imagen y reposicionar su discurso” antiimperialista tras la muerte del líder venezolano Hugo Chávez. A Morales la figura del imperialismo norteamericano le resultó “muy funcional para acusarlo de toda conspiración real o imaginaria”, dijo a la AP Costa, profesora de Coyuntura Política en la principal universidad pública de La Paz.

La última vez que Morales anunció que expulsaría a USAID fue el 18 de abril poco antes de viajar a Lima donde los presidentes de UNASUR se reunieron para analizar la situación postelectoral de Venezuela. Dijo que estaba molesto porque el secretario de Estado John Kerry había llamado “patio trasero” a Latinoamérica. Ayer miércoles dijo que Washington “sigue teniendo una mentalidad de dominación y sumisión” en la región.

Desde que llegó al Gobierno en 2006 con 54% de los votos, Morales escogió el Día del Trabajo para nacionalizar empresas. Pero ayer la sorpresa fue otra. “Los periodistas estaban preguntando qué íbamos a nacionalizar, sólo vamos a nacionalizar la dignidad del pueblo boliviano”, comentó al anunciar la expulsión de la agencia estadounidense que en los últimos años redujo su cobertura y debió salir de algunas zonas cocaleras por presión de los cultivadores de esa hoja.

La ayuda estadounidense se redujo de 100 millones de dólares en 2008 a 28 millones el año pasado. Una parte está destinada a la lucha antidroga y otra a diversos programas entre ellos los proyectos de USAID sobre salud, apoyo a agricultores y otros denominado “construcción de la democracia”, otorgado a Chemonics Int. Inc. En el año 2006 “para apoyar una mejor gobernabilidad en un contexto político cambiante”.

Según un folleto de USAID el programa incluía “la enseñanza de principios y técnicas básicas de ciudadanía” en todas las regiones del país. Uno similar en Venezuela fue descrito por el entonces embajador estadounidense en Caracas, William Brownfield en 2006 como un programa destinado a contrarrestar los intentos del presidente de ese país, Hugo Chávez, para centralizar el poder y reprimir las libertades civiles. El cable, clasificado como secreto, fue publicado por WikiLeaks.

En 2009 el Gobierno de Morales obligó a la embajada estadounidense a cerrar un programa de apoyo a instituciones democráticas y al fortalecimiento de la justicia bajo el argumento de que servía para potenciar a la oposición.

El mandatario anunció con antelación su intención de reelegirse en las elecciones presidenciales de diciembre de 2014 y acaba de recibir el respaldo del Tribunal Constitucional que declaró legal su postulación frente a los cuestionamientos de la oposición que asegura que la Constitución aprobada en 2009 sólo permite una reelección continua, que en el caso de Morales ya se dio en 2009.

La popularidad del mandatario ha tenido altibajos. Una última encuesta de enero de la empresa Ipsos le adjudicó 55% de aceptación.

Mientras Morales hacía el anuncio ayer, a unas calles del palacio presidencial maestros públicos quemaron un muñeco que personificaba al mandatario en rechazo a la política salarial del Gobierno en una marcha por el 1 de mayo. El gobernante encabezó otra marcha laboral en la ciudad oriental de Santa Cruz, reducto de la oposición, entre aplausos y rechiflas.

Morales se enfrentó a la embajada de Estados Unidos desde sus tiempos de líder cocalero en los 90 resistiendo los planes estadounidenses de erradicación de cocales, y ya en el Gobierno alentó una fuerte retórica antiimperialista.

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