Obama ve un México emergente

Presidente se despide del país tras visita de menos de 24 horas

El presidente de EEUU, Barack Obama (i), y su homólogo de México, Enrique Peña Nieto,  tras una reunión en Palacio Nacional.

El presidente de EEUU, Barack Obama (i), y su homólogo de México, Enrique Peña Nieto, tras una reunión en Palacio Nacional. Crédito: EFE

MÉXICO, D.F.— El último discurso de Barack Obama en su visita oficial que concluyó ayer fue un compendio de elogios a los mexicanos de ambos lados de las frontera por impulsar “el progreso” y hacer de ambos países “más fuertes” y un México “emergente”.

A los que viven en Estados Unidos, dedicó abiertamente la autoría de su segundo periodo presidencial en un discurso ante miles de jóvenes en el Museo de Antropología de esta capital. “Sin el apoyo de latinos y mexicoamericanos no estaría aquí como presidente, eso es cierto”.

Por ello volvió al tema de la justicia para los inmigrantes que han apoyado a Estados Unidos, igual como soldados en el Ejército, como luchadores sociales, trabajadores del día a día o como dreamers. “Yo quiero que este año se lleve a cabo una amplia reforma migratoria”, insistió.

A pesar del optimismo, las menciones a la posible regularización de alrededor de seis millones de indocumentados no quitó el sabor de la duda. El sistema de EEUU es bicameral, como en México, “por más que el presidente quiera lograrlo no va a ser tan fácil en el congreso”, observó el diputado de la Comisión de Asuntos Migratorios Agustín Barrios-Gómez, presente en el evento.

Al margen de las limitaciones, Obama mostró sin tapujos su empatía hacia los mexicanos. En un repaso cultural, recordó a símbolos nacionales como la virgen de Guadalupe, el independentista Miguel Hidalgo, el expresidente Benito Juárez y el Nobel de literatura, Octavio Paz, para explicar un presente virtuoso.

“Yo veo un México emergente con una nueva democracia, el surgimiento de nuevos líderes que creen en la rendición de cuentas y el imperio de la ley”.

Observó, entonces, que el país debe pasar a otro nivel: extraer lo mejor del pasado y deshacerse “de lo que no sirve” como los prejuicios entre ambas naciones por los que “muchos mexicanos” creen que Estados Unidos no respeta a México y “muchos norteamericanos” ven a su vecino sólo como un país violento.

Obama miró al futuro y aconsejó como un buen vecino “Tienen que pensar en una nación poderosa, son ustedes los creadores de la prosperidad”, dijo. “Estados Unidos siempre estará con ustedes”.

Resumió así los proyectos pactados con su par mexicano Enrique Peña en menos de 24 horas que duró su visita: acuerdos para impulsar el comercio y la construcción de un bloque con América del Norte, para que no sólo se vendan productos el uno al otro, si no que los construyan juntos y llevarlos a otros mercados como el asiático.

El impulso de la energía verde e intercambios académicos entre ambas naciones.

Los acuerdos económicos y estudiantiles fueron quizá la victoria más concreta de la cuarta visita de Obama a México. “No están partiendo de cero, sino buscando mejorarlos y ampliarlos”, observó Adolfo Laborde, analista de asuntos internacionales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. “Los están llevando a otro nivel en el que tendrán que trabajar mucho”.

El tratamiento sobre la seguridad fue quizá lo menos contundente. Peña Nieto, reiteró el jueves que tiene una nueva estrategia y Obama habló ayer de la corresponsabilidad de su país en la violencia por el consumo y el tráfico de armas que prometió combatir con el impulso de reformas “de sentido común”.

“Quedó la impresión de que la ruta de combate al narcotráfico será indescifrable, a la sombra”, dijo Pedro Isnardo de la Cruz, especialista en temas de seguridad. “No será pública, pero no quiere decir que se le restará importancia”.

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