Chile incentiva los nacimientos con bono de $200

Las mujeres que decidan tener un cuarto hijo recibirían $300 y $400 las que quieran tener el quinto hijo o más

SANTIAGO, Chile — El gobierno busca resultados concretos para mitigar la brusca caída de la natalidad y la fertilidad en Chile, para lo cual anunció un bono único de unos $200 a las mujeres que tengan un tercer hijo, y un aumento de los tratamientos de fertilidad disponibles en la red de salud pública.

El bono fue anunciado por el presidente Sebastián Piñera en la última cuenta pública de su mandato, el 21 de mayo, y consiste en la entrega del equivalente a unos $200 a las madres que tengan un tercer hijo, $300 para el cuarto hijo y $400 para el quinto hijo o más.

“Este es un beneficio que se le entregará a todas las madres, sin distinción de nivel socioeconómico”, explicó a The Associated Press la subsecretaria de Evaluación Social, Soledad Arellano.

Adicionalmente, para facilitar los tratamientos contra la infertilidad, que afecta a una de cada cinco parejas en Chile, el gobierno aumentará el número de tratamientos de baja complejidad prestados por la Red Pública de Salud y las instituciones adscritas al sistema. Hasta ahora los programas de fertilidad cubrían a 481 parejas, a las que se adicionarán mil más.

El proyecto de ley, que ingresaría al bicameral Congreso legislativo en las próximas semanas, estaría operativo a partir del próximo año.

Arellano explicó que se entregará a las madres de un tercer hijo, más allá de si están casadas o no, o de si el padre es distinto al de los otros hijos de la mujer.

Precisó que el bono responde a la preocupación del gobierno por la caída en la tasas de natalidad y fertilidad.

Según cifras oficiales, en Chile hay 67.1 personas de 60 años o más por cada 100 menores de 15 años, y la tasa de fecundidad cayó de 1.59 a 1.45 en 10 años.

Arellano puntualizó que en el año 2000, había 17 nacimientos por cada mil habitantes, cifra que cayó a 14.7 en 2010.

La tasa de fertilidad, que mide el número de hijos por mujer, cayó desde 2.6 en 1990 a 1.8 en 2011.

“Para que la población se mantenga constante necesitamos tener una tasa de fertilidad de 2.1%, por lo tanto, estamos por debajo de la tasa de reemplazo de la población. Esto significa que si seguimos como estamos, en los próximos años la población de nuestro país comenzará a caer“, añadió la experta.

Precisó que se trata del primer paso en la constitución de una política pro natalidad y que el bono “no puede ser analizado como una política aislada, pues se enmarca dentro de un conjunto de políticas públicas”, como el postnatal de seis meses y la subvención escolar para niños de tres años y más.

Soledad Granados, de 32 años, tiene dos hijos: uno de dos años y una bebé de siete meses. La maternidad la combina con sus labores de abogada.

Tiene estudios de posgrado e incluso viajó a Washington en 2011 junto a su esposo y su hijo mayor, para estudiar en la American University, Washington College of Law.

“Para mi el bono no es un incentivo para pensar en tener un tercer hijo”, reconoció a la AP. “Pero pienso que para una persona que no tiene recursos, puede servir. Hay gente que hace acuerdos de pensión alimenticia mensual para sus hijos por $40”, advirtió.

Javiera Zambrano, de 30 años, luce orgullosa su embarazo de ocho meses.

Para ella, más que un bono, se necesita que “la educación y la salud sean gratis, que la alimentación no sea tan cara, que incluso el impuesto a los libros no fuera tan alto. Esas son las cosas que realmente a uno le preocupan cuando va a tener un hijo”, afirmó.

La abogada Camila Maturana, de la feminista Corporación Humanas, explicó a la AP que la disminución de la natalidad no es igual para todas las mujeres pues existen brechas por nivel socioeconómico.

“Las mujeres con más educación y con mayores niveles de trabajo remunerado y mayores ingresos, evidentemente tenemos menos hijos que las mujeres con menos recursos”, detalló.

Añadió que es preocupante que se instale una tendencia a entender que no se necesitan políticas públicas para afrontar los problemas de la sociedad.

“Que se plantee como forma de gobernar que los bonos pueden reemplazar o sustituir las políticas públicas en un país, es tremendamente preocupante porque afecta a una serie de otros aspectos de la vida nacional en la que se requieren políticas públicas y fortalecer las medidas estatales”, afirmó.

Y pese a que podría ser vista como una política liberal, en la que el presidente apuesta al sexo pero con resultados, para los expertos se trata de una medida “bastante conservadora”.

“Esto tiene que ver con la historia de nuestro país y la lógica feudal de nuestra elite, donde los patrones tenían hijos con las empleadas del fundo (finca), pero luego no se hacían cargo de ellos”, opinó.

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