Berlusconi condenado por escándalo sexual

Fue sentenciado a siete años de prisión y proscrito para ocupar cargos públicos

Dos mujeres reaccionan frente al tribunal después de un veredicto en contra de Silvio Berlusconi en Milán, Italia. Hubo protestas a favor y en contra de Berlusconi.

Dos mujeres reaccionan frente al tribunal después de un veredicto en contra de Silvio Berlusconi en Milán, Italia. Hubo protestas a favor y en contra de Berlusconi. Crédito: ap

MILÁN, Italia/AP — Un tribunal de Milán condenó ayer al exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi por haber pagado a cambio de relaciones sexuales con una prostituta menor de edad durante tumultuosas fiestas en su residencia y de haber usado su influencia para tratar de encubrirlo.

Berlusconi, de 76 años, fue sentenciado a siete años de prisión y proscrito de por vida para ocupar cargos públicos. Esto podría significar el fin de la carrera política de Berlusconi de dos décadas. Sin embargo, hay dos niveles más de apelación antes de que la sentencia sea definitiva, un proceso que podría demorar meses.

Berlusconi no ocupa ningún cargo oficial en el gobierno italiano actual, pero sigue siendo influyente en la inestable coalición que surgió después de las elecciones de febrero.

Tanto él como la joven marroquí protagonista del escándalo han negado haber mantenido relaciones sexuales.

Su abogado, Niccolo Ghedini, anunció inmediatamente una apelación y dijo que la sentencia era tan anticipada como injusta.

“Esto es algo irreal”, dijo Ghedini a la prensa frente al tribunal. La sentencia incluso excedió la pena de prisión de seis años y proscripción de por vida de los cargos públicos que había solicitado inicialmente la fiscalía.

“Estoy tranquilo porque he venido diciendo durante tres años que este juicio nunca debió haberse ventilado aquí”, afirmó el abogado.

Los cargos contra el magnate mediático multimillonario derivan de las fiestas tumultuosas en el 2010 en su mansión cerca de Milán, donde agasajaba a hermosas jóvenes mientras era primer ministro. Dice que las fiestas eran de gala; los fiscales sostienen que eran orgías en las que se pagaba a mujeres para que asistieran.

Ni Berlusconi ni la muchacha protagonista del caso, Karima el-Mahroug, más conocida por su sobrenombre Ruby, han prestado testimonio. La mujer fue citada por la defensa pero no se presentó en un par de ocasiones, demorando con ello el juicio. El equipo defensor de Berlusconi terminó por retirarla de la lista de testigos.

El-Mahroug atestiguó en el juicio separado a tres asistentes de Berlusconi acusados de conseguir prostitutas para las fiestas. Dijo al tribunal que la discoteca de Berlusconi presentaba a aspirantes a coristas disfrazadas de monjas y enfermeras insinuantes en actos de desnudismo, y que una mujer incluso se disfrazó del presidente Barack Obama.

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