Fernando Trueba vuelve al blanco y negro

Desde antes de siquiera empezar a escribir el guión de su nueva película, El artista y la modelo, Fernando Trueba supo como sería: en blanco y negro.

“Siempre fue así en mi cabeza”, dice el prolífico director que ganó el Oscar por Belle Epoque. “Nació en blanco y negro. Nunca se me ocurrió de otra forma”.

El artista y la modelo es un filme a luz y sombra que cuenta la historia de un viejo artista de la Francia ocupada por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, quien vuelve a encontrar a su musa en una joven catalana que huye de la España del dictador Francisco Franco. La película es en francés y se estrena en cines selectos de Nueva York y LA este fin de semana.

Con un reparto que incluye a Jean Rochefort, Claudia Cardinale y Aida Carriere, El artista y la modelo se agregarse así a la corta lista de producciones en blanco y negro del cine reciente, como The Artist o la también española Blancanieves.

El escultor francés (Rochefort) y la joven española (Carriere) no necesitan hablar mucho para que surja una relación especial que termina yendo mas allá del arte y más profunda que sesiones de modelaje en un estudio. Además del contexto político e histórico, el filme también hace pensar acerca del papel, la visión y la inspiración de un artista y del espíritu humano cuando las realidades históricas parecen sofocar la humanidad del hombre.

El director dijo que inevitablemente le preguntan acerca de sus razones para no usar los colores del arco iris en su nuevo filme.

“Creo que es fácil de entender, por el tipo de cine y el tipo de época en que transcurre la película”, dijo Trueba. Agrega que además tiene sus raíces en el cine francés de la década de los años 30 que ha influenciado su vida y creatividad.

“Podría haberla hecho en color, pero no creo que sería la misma”, explica.

Curiosamente, El artista y la modelo llega inmediatamente después de Chico y Rita, un colorido largometraje en español que compitió por el Oscar a la Mejor Película Animada hace un par de años.

“Cada película es un reto distinto”, dice el director. “Cada una de ellas me exige una serie de cosas. Lo que es hermoso es poder cambiar de esta manera, de un película con tanto color a blanco y negro, y de tanta música a una que no la tiene”.

En El artista y la modelo el silencio y el sonido natural y orgánico son elementos importantes que encajan con simples miradas. “Lo que no se dice es tan o más importante que lo que se puede decir el uno al otro en una manera dialogada”, termina.