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“Dreamers” se unen a marcha de derechos civiles en D.C.

La lucha por los derechos civiles continúa 50 años después del famoso discurso de Martin Luther King "I have a Dream", marcando un paralelo con la causa migratoria

Las hermanas Gloria y Sofía Campos, en un  "sit in" de los "dreamers",  estarán hoy en la marcha de los derechos civiles en Washington.

Las hermanas Gloria y Sofía Campos, en un "sit in" de los "dreamers", estarán hoy en la marcha de los derechos civiles en Washington. Crédito: Suministrada

Cuando Sofía Campos, una dreamer de Los Angeles, tome el podio hoy en la capital del país para conmemorar los 50 años del más famoso discurso de Martin Luther King Jr., el parecido entre el movimiento de derechos civiles de entonces y las luchas actuales serán más que una coincidencia.

Campos, quien encabeza la coalición más grande de jóvenes indocumentados que buscan una reforma migratoria, United We Dream, ha aprendido directamente de activistas y estrategas de la época de los 60, incluyendo el reverendo James Lawson, el teórico de las acciones estudiantiles no violentas.

“Muchos de nosotros hemos aprendido de él y de otros activistas de la época”, dijo Campos. “En el discurso quiero dejar en claro que no se trata de hacer memoria de algo pasado, sino que estamos continuando el trabajo”.

La cuota de deportaciones, la separación de familias, la criminalización de comunidades de color, serán temas tocados por la joven de 24 años originaria de Lima, Perú. También pensará en su mamá, quien tras 17 años aquí aún sigue indocumentada, al igual que su padre. “Yo no quiero que pase más tiempo para que mi madre pueda ver a su madre de nuevo”, comentó Campos.

La lucha es real y personal para Campos, como lo era para aquellos jóvenes de Nashville y Alabama, que hace 50 años ayudaron a desegregar a las universidades y realizaron ‘sentadas’ pacíficas en los mostradores sólo para blancos de los restaurantes del sur de Estados Unidos.

Para el historiador Rodolfo Acuña hay paralelos, pero también muchas diferencias entre el movimiento de derechos civiles de hace 50 años y las luchas de hoy, en particular las de los inmigrantes.

“La comunidad afroamericana estaba unida naturalmente por la segregación y el racismo, pero los latinos son muy diversos y no hay la misma unidad. Vienen de diferentes países, niveles económicos y experiencias”, dijo Acuña en una entrevista.

No obstante, Acuña ve un claro paralelo entre las tácticas más radicales de algunos dreamers, como su ex alumna de Cal State Northridge Liz Mateo, una de los nueve dreamers que desafió la política migratoria del gobierno de Obama saliendo del país y pidiendo reingreso a los pocos días.

“Hay un gran paralelo. Estos jóvenes, como los activistas de entonces, estaban listos a sacrificarse. Ellos son producto de este país, de la consciencia de la lucha de derechos civiles y vienen de clase trabajadora”, dice Acuña. “No obstante, hay sectores del movimiento que no los vieron con buenos ojos”.

“Muchos latinos no saben de esta historia, y a los afroamericanos no les gusta mucho la comparación, pero en términos de motivación es lo más cercano”, dijo Randy Jurado Ertll, director del Centro de Acción Social en Pasadena.

Los expertos coinciden en que en el caso de los latinos, el tema se complica porque no hay un líder latino nacional que tenga el gran poder de convocatoria de Martin Luther King Jr.

“Las iglesias latinas no participan mucho en estas movilizaciones”, dijo Jurado. “Y hay muchas pugnas internas”.

Jerald Podair, profesor de historia de Lawrence University en Wisconsin, apunta que en 1963, Martin Luther King tenía poca consciencia de los temas latinos, en gran medida porque los temas raciales se veían desde el punto de vista de la segregacíon contra los negros y porque la población latina era mucho más pequeña entonces.

Hoy hay más latinos que afroamericanos en los Estados Unidos y aunque hay temas que los unen (trabajos, pobreza), otros temas como inmigración son más divisivos, dijo. “Los líderes afroamericanos quizá estén del lado de los latinos en esto, pero no tanto la población porque es un tema típicamente complicado, de competencia por trabajos”, dijo Podair.

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