EEUU espía a Rouseff y EPN

Revelación fue en TV brasileña por periodista Glenn Greenwald

El canciller brasileño Luiz Alberto Figueiredo (izq.) y el ministro de Justicia, Jose Eduardo Cardoso (der.), hablan en relación con el  espionaje de Estados Unidos.

El canciller brasileño Luiz Alberto Figueiredo (izq.) y el ministro de Justicia, Jose Eduardo Cardoso (der.), hablan en relación con el espionaje de Estados Unidos. Crédito: EFE

BRASILIA, Brasil.— Autoridades del Gobierno y diplomáticos en Brasil se movilizaron intensamente ayer para analizar las denuncias sobre el espionaje del Gobierno estadounidense a los mensajes de la presidenta Dilma Rousseff.

El espionaje fue revelado el domingo por la noche en el noticiario televisivo Fantástico, de la red Globo, por el periodista estadounidense Glenn Greenwald basado en documentos obtenidos por el ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), Edward Snowden.

Los documentos revelan que esa entidad interceptó comunicaciones de Rousseff y del presidente mexicano Enrique Peña Nieto antes de que este asumiera el cargo.

Rousseff modificó su agenda de la mañana de ayer para reunirse con el ministro de las Comunicaciones, Paulo Bernardo Silva, y con el secretario general del Gobierno, Gilberto Carvalho, para analizar el espionaje de sus comunicaciones.

En tanto, el ministro de las Relaciones Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo, se encontró en horas de la mañana con el embajador estadounidense Thomas Shannon, quien fue convocado a dar explicaciones sobre las revelaciones.

Ninguna de las partes hizo declaraciones públicas después de las reuniones en Brasilia.

El diputado Nelson Pellegrino, presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, calificó de “gravísimas” las denuncias y apoyó la decisión del Gobierno de convocar a Shannon.

“En caso de que se confirme que la presidenta Dilma [Rousseff] fue espiada, tenemos un episodio inaceptable de violación a la soberanía nacional”, dijo Pellegrino a periodistas.

Agregó que “por lo que sabemos, Estados Unidos no acepta ningún tipo de acuerdo que preserve la privacidad de personas comunes y de autoridades. Ellos se consideran legalmente amparados y esta postura es inadmisible”.

En agosto, en una visita a Brasilia, el secretario de Estado norteamericano John Kerry evitó responder a preguntas de la prensa brasileña sobre si su país dejaría de espiar al país sudamericano y aseguró que el espionaje cuenta con el respaldo de los tres poderes del Estado estadounidense y que ha servido para evitar ataques terroristas en todo el mundo.

La información revelada el domingo por Greenwald se basa en documentos de junio de 2012 que muestran que mensajes de correo electrónico de Peña Nieto fueron leídos por agentes de la NSA, incluyendo algunos en los que discute nombramientos de ministros.

En el caso de Rousseff, el documento en poder del periodista no muestra detalles del contenido o destinatario de los mensajes de la Presidenta, aunque deja claro que sus correos fueron leídos mediante el programa DNI Presenter, utilizado por la NSA para abrir y leer correos electrónicos y conversaciones en línea.

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