Marcha anti petróleo

Cientos de mujeres de la Amazonía caminaron durante cinco días

El grupo de mujeres indígenas, que avanzaba en medio de cánticos y el redoble de tambores, salió la semana pasada desde la población de Puyo,  en plena zona de la  amazonia.

El grupo de mujeres indígenas, que avanzaba en medio de cánticos y el redoble de tambores, salió la semana pasada desde la población de Puyo, en plena zona de la amazonia. Crédito: AP

QUITO, Ecuador.— Un centenar de mujeres de etnias amazónicas llegó ayer a la capital tras caminar durante cinco días para expresar su rechazo a la posible explotación de petróleo en la amazonia y en el parque nacional Yasuní, tal como lo propone el presidente Rafael Correa.

“Nosotros pedimos la no explotación petrolera, que se deje el petróleo bajo tierra, y que se apueste por un modelo no extractivista en los territorios no explotados de la amazonia, no queremos la ampliación de la frontera petrolera y tampoco queremos que se explote el Yasuní, que es un territorio sagrado que queremos que viva sin contaminación del petróleo”, dijo la dirigente Patricia Gualinga, dirigente del pueblo Sarayaku.

Acerca de los pueblos indígenas que viven en aislamiento voluntario como nómadas en la amazonia, conocidos como tagaeri y taromenane, cuyo hábitat se vería amenazado por la posible explotación de crudo en el Yasuní, dijo que “pedimos que se respete su decisión de aislamiento, el estado tiene la obligación de proteger a esos pueblos, porque la explotación significará su exterminio”.

La dirigente indígena, Rosa Gualinga, en un precario español, dijo que “estoy defendiendo mi nacionalidad, mi territorio, no voy dejar que entre explotación petrolera, no queremos que entre a mis comunidades, mis comunidades no queremos que entre petróleo”.

Las manifestantes se concentraron en un parque capitalino.

Manuela Ima, señaló que “nuestros hermanos taromenane viven en cualquier parte, pasan por cualquier parte y pueden atacar a petroleras”.

Las mujeres tenían sus rostros pintados con diversos diseños de color negro o rojo, cuentas de semillas en sus cuellos, otras portaban pequeños tocados de plumas y niños de la mano o en brazos, y todas estaban envueltas en ropa o mantas abrigadas para hacer reducir el intenso frío de la mañana quiteña, ajenas a su tradicional vestimenta ligera, propia de la zona cálida de la amazonia.

El grupo de manifestantes, que avanzaba en medio de cánticos y el redoble de tambores, salió la semana pasada desde la población de Puyo, a unos 150 kilómetros al sureste de la capital, en plena amazonia.

Entre las consignas que gritaban las manifestantes estaba “la selva no se vende, con sangre se defiende”, “mujeres por la vida, sin petróleo si se vive”.

A mediados de agosto, Correa anunció su decisión de explotar crudo en el Yasuní, luego de poner fin al mayor proyecto ambiental del país que consistía en dejar bajo tierra alrededor de 900 millones de barriles de crudo, bajo ese parque, a cambio de aportes económicos por 3,600 millones de dólares por parte de la comunidad internacional. La novedosa idea recibió donaciones en efectivo por 13.3 millones de dólares en seis años por lo que su fracaso motivó al mandatario a tomar la decisión de sacar ese petróleo.

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